La resistencia rebelde en la ciudad siria de Alepo concluyó, tras años de combates y meses de un duro cerco y bombardeos que culminaron con el sangriento colapso de sus defensas esta semana, lo que obligó a los insurgentes a aceptar una tregua para retirarse.
Dirigentes rebeldes dijeron que los enfrentamientos concluirán la noche de este martes y que los combatientes y civiles, que han quedado atrapados en una pequeña porción de territorio en Alepo, dejarán la ciudad hacia zonas controladas por la oposición en el oeste.
Las noticias del acuerdo, confirmado por el enviado de Rusia ante la ONU, llegaron después de que el organismo internacional hizo pública su profunda preocupación por reportes de que soldados sirios y combatientes iraquíes aliados ejecutaron de forma sumaria a 82 personas en distritos recapturados del este de Alepo, acusándolos de cometer una «masacre».