Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Por más que la autoridad educativa del país, hoy representada por la maestra Delfina Gómez Álvarez, diga que habrá clases presenciales a partir del mes de agosto, la realidad es que no existen condiciones ni sanitarias ni de infraestructura para tal objetivo. Las escuelas del país, incluyendo las mexiquenses, carecen de todo aquello que se necesitaría para albergar nuevamente a más de 40 menores de edad en espacios de no más de 40 metros cuadrados. No hay cubrebocas, no hay alcohol en gel y ni siquiera hay agua corriente en todos los servicios sanitarios como para garantizar que los niños y jóvenes se laven por lo menos dos veces al día las manos. Es cierto que la mayoría de los profesores y trabajadores administrativos ya fueron vacunados, pero los educandos no. Un altísimo riesgo de provocar un nuevo rebrote de los contagios de COVID-19.