Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Los sueños políticos de Juan Rodolfo Sánchez Gómez se sepultan día con día. A los graves problemas financieros que enfrenta en el cierre de su gestión al frente del ayuntamiento de Toluca ahora suma una pésima estrategia de manejo de crisis en la cual, lejos de contener los efectos negativos de la situación que enfrenta, se apuesta por el enfrentamiento y hasta la denostación de los adversarios políticos que le pasaron encima el pasado domingo 6 de junio. Está muy lejos Juan Rodolfo del tamaño de Andrés Manuel López Obrador que descarga todas sus crisis en quienes le antecedieron y a años luz de quien todas las mañanas hace del escándalo la mejor forma de ganar adeptos. Mal el consejo y peor el consejero que lo orilló por ese camino.