Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Cuando la LX Legislatura designó a Alfredo Medellín Reyes Retana como Director General de Comunicación Social de la Cámara de Diputados se sembraron grandes esperanzas en que su supuesta formación académica, capacidad profesional y experiencia dieran buenos frutos a favor de un aspecto tan sensible como lo es la comunicación institucional del Poder Legislativo del Estado de México. Sin embargo, las expectativas no solamente han sido tiradas a la basura sino incluso traicionadas. Algunos diputados de partidos políticos diferentes a Morena –partido que lo contrató—ya expresan su inconformidad y preparan solicitud formal a la Contraloría del Poder Legislativo para que se investigue dónde fue a parar el presupuesto de esa oficina, pues a pesar de que Medellín Reyes Retana canceló todos los contratos de publicidad, se siguió ejerciendo el recurso, aunque nadie sabe con exactitud en qué, aunque su calidad de vida evidentemente ha mejorado mucho. Dicen que la mano que roba se puede ocultar, pero no la que gasta.