Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Dicen que cuando el barco comienza a hundirse son las ratas las primeras que lo abandonan, prefieren incluso lanzarse al océano donde su futuro prácticamente está decidido para morir ahogadas, que dar la cara y aguantar a pie firme hasta el último momento de la travesía. Eso es lo que sucede en el gobierno municipal de Tlalnepantla, donde el todavía presidente municipal Raciel Pérez Cruz envió al cabildo, por interpósita persona, un oficio donde solicita que en la próxima sesión se presente, analice y eventualmente apruebe su solicitud de licencia para separarse de ese cargo público de elección popular, a partir del 6 de diciembre. Así termina el sueño del supuesto “morenista” que no hace mucho aseguraba que su “fuerza política, liderazgo y capacidad” le alcanzaría para reelegirse en esa alcaldía y luego buscar la candidatura del partido guinda a la gubernatura del Estado de México. Esperemos que la licencia definitiva solicitada no le permita echarse a correr y no enfrentar las responsabilidades en las que presumiblemente incurrió su gobierno, comenzando por el uso de recursos públicos municipales para la promoción personal de sus aspiraciones electorales. ¿Quién sigue?