Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Manuel Vilchis Viveros, el empresario transportista que hoy es presidente municipal de Zinacantepec, simplemente no da una. Dejó solos a los habitantes de Acahualco en la búsqueda de la señora “Cony” Albarrán, a pesar de que la hija de ella fue directamente a su oficina a solicitar el apoyo de la autoridad municipal; tiene por lo menos siete escuelas públicas y privadas en su territorio municipal donde los contagios de Covid-19 no cesan, principalmente por falta de agua potable y porque no ha sido capaz ni de enviar un frasco de cloro para sanitizar o desinfectar, y los problemas de inseguridad se han vuelto cosa de todos los días, cada vez más graves. No es lo mismo ordenar a gritos a operadores de autobuses que desarrollar una gestión pública municipal. ¿Verdad?