Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Al mitómano décimo regidor de Morena, Mario Cardoso, le “preocupa” mucho que, según él, “el aparato del Estado intervenga para influir en las elecciones de autoridades auxiliares de Toluca”. Después de seis años de regalar tinacos, pintura, cemento, varilla, cal, mortero y otros muchos materiales de construcción, a costa de “respaldo” político, todo a costa del presupuesto municipal de la capital mexiquense, el cual él y Juan Rodolfo Sánchez Gómez se cansaron de “exprimir”, es lógico que le mortifique tratar de hacer política con las manos vacías, porque ya se las amarraron, por lo que seguramente entregará malas cuentas a sus “jefes” muy acostumbrados a los “triunfos” de Cardoso, fundados obviamente en el uso ilegal de recursos públicos que nadie sabe por qué tenía libre acceso a ellos. Ahora lo único que invierte en su proselitismo es saliva para seguir mintiendo a la gente a la que ofrece todos los días el “cielo y las estrellas” y a quienes lleva dos trienios que nada más no les cumple ni la décima parte de lo que promete. Cínico.