La Auditoría Superior de la Federación advierte que más de la mitad de los internos en los 17 centros federales de readaptación social (52.3%) están identificados como reincidentes criminológicos, lo que en conjunto con otros datos evidencia la «limitada efectividad» de los tratamientos de reinserción.

De acuerdo con el informe de fiscalización sobre la administración del sistema federal penitenciario correspondiente a la Cuenta Pública 2016, el porcentaje de reos reincidentes ha aumentado 7.2% en promedio cada año, pues en 2014 era de 45.5%; en 2015, de 41.8%, y para 2016 alcanzó 52.3% del total.

Los datos de la reincidencia presentados por el órgano administrativo desconcentrado de prevención y readaptación social señala que la población total penitenciaria del país en 2016 ascendió a 233 mil 469 internos, de los cuales 22 mil 747 correspondieron a los centros federales, es decir, 9.7%.

De los reos en los penales a cargo del gobierno federal, 92.1 por ciento (20 mil 944) están sentenciados, mientras 7.9 por ciento (mil 803) siguen en proceso.

La administración del sistema federal penitenciario ejerció en 2016 un presupuesto de 17 mil 972 millones de pesos para aplicar los tratamientos orientados a lograr la reinserción social de los internos.

No obstante, «los resultados de la auditoría mostraron que el órgano administrativo desconcentrado no dispuso de la evidencia documental sobre la elaboración de un programa integral de reinserción social».

Las unidades administrativas reportaron a su vez actividades orientadas hacia la reinserción social de los sentenciados federales, «pero de manera aislada y desarticulada», dice el informe.

Según las cifras entregadas a la ASF, el sistema federal penitenciario el tratamiento técnico para la reinserción social a 17 mil 324 de los 20 mil 944 internos sentenciados en los centros de reclusión a su cargo.

Sin embargo, solo otorgó el beneficio de la libertad anticipada a 273 de ellos (1.6 por ciento), quienes cumplieron los requisitos relacionados con el examen de personalidad y se dictaminó que estaban «socialmente readaptados y en condiciones de no volver a delinquir».

En opinión de los auditores, el órgano administrativo cumplió con la aplicación de los tratamientos de reinserción a la población penitenciaria federal sentenciada, pero persistió el problema de la «poca evolución» de los internos tratados.

«De los 22 mil 747 internos recluidos al cierre de 2016. 53.2 por ciento (11 mil 892) había presentado reincidencia criminológica y las 172 personas que cometieron un delito nuevamente fueron internos que recibieron un tratamiento de reinserción social, pero, a pesar de ello, reincidieron», indicó el máximo órgano de fiscalización.

Entre sus recomendaciones al sistema federal penitenciario destacan identificar las causas de la «limitada efectividad» de los tratamientos y fortalecer su aplicación para contribuir a que aquellos que los reciban no vuelvan a delinquir.

«De atender las recomendaciones al desempeño, el órgano administrativo desconcentrado de prevención y readaptación social podrá contar con indicadores de desempeño para evaluar la reinserción social de los internos sentenciados del fuero federal y los programas integrales de reinserción social», concluyó.