- El desordenado crecimiento de la vivienda pone en riesgo la riqueza forestal
Grupo Puntual / Martha Romero
TOLUCA, México, 9 de Julio de 2020.- Datos del Consejo Estatal de Población (Coespo) señalan que entre el 2010 y 2015 la entidad creció en el número de viviendas con más de 481 mil y que implicó la perdida de superficie natural, por lo que de continuar esta tendencia para el 2030 se perderán más del 50 por ciento de los bosques, afirmó la diputada María Luisa Mendoza Mondragón, integrante de la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Señaló que es necesario que la Secretaría de Medio Ambiente, la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México (Propaem) y la Protectora de Bosques (Probosque), en el ámbito de sus competencias, proteja los recursos y conocimientos indígenas sobre el aprovechamiento y manejo de los recursos forestales.
Lo anterior, dijo, es porque las familias de las comunidades indígenas y originarias enfrentan el dilema de optar por la sustentabilidad económica de sus miembros o la sustentabilidad ecológica de los bosques.
“Es oportuno que las autoridades del sector forestal y de medio ambiente implementen programas de apoyo para la reforestación, capacitación, aprovechamiento y comercialización sostenible de los recursos forestales. De perderse más bosque, quienes más lo sufrirán serán los más pobres, incrementándose la desigualdad y los conflictos sociales”, abundó.
Mendoza Mondragón añadió que la intención es que con esos programas se permita el desarrollo de una silvicultura efectiva que logre que estas comunidades puedan salir de la situación de pobreza en que viven, así como proteger sus bosques de la delincuencia organizada y la tala de montes.
Indicó que los pueblos indígenas se sienten conectados con la naturaleza y parte del sistema donde viven, y los recursos naturales son considerados como una propiedad compartida y respetados como tales.
“Existe una relación cercana entre los pueblos indígenas y las zonas forestales, por lo que es prioritario generar un vínculo sostenible entre ellos para proteger y conservar los bosques de la entidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los considera como socios valiosos en la lucha contra el cambio climático, por lo cual se deben garantizar sus derechos”, concluyó.