Grupo Puntual / Arleth Vilchis

Desde meses pasados hasta la jornada electoral del próximo 2 de junio, las y los ciudadanos han sido bombardeados a diario con un sinfín de encuestas.

Las candidatas y candidatos no cesan de proclamar que están «liderando por amplio margen», o por otro lado, que «la brecha se está reduciendo». Pero, ¿qué de verdad tienen estas encuestas?

Rafa Giménez, quien fue el consultor de Felipe Calderón, aseguró que en su mayoría, las encuestas publicadas en México son pagadas y difundidas por los propios candidatos y por los partidos, pues los sondeos electorales de alta calidad en el país, explicó, suelen costar entre 400 mil y 500 mil pesos.

“Los diversos códigos de ética en el mundo que rigen la conducta de la mayor parte de los encuestadores de otros países, en México no se aplican” dijo Rafa Giménez, y añadió que muchas agencias no revelan su relación con candidatos o partidos, alegando financiamiento propio, cuando en realidad dependen de entidades políticas y gubernamentales.

El también jefe de la Oficina de la Presidencia Municipal de Naucalpan, explicó que las encuestas telefónicas en líneas fijas son más económicas que las domiciliarias, pero no todos los hogares tienen teléfono fijo y muchos lo utilizan sólo para internet. Además, agregó, encuestar por teléfono excluye a personas de bajos ingresos, lo que afecta la representatividad de los resultados.

En ese sentido, compartió el consultor y ex coordinador de Investigación del periódico Reforma, “jamás veremos publicadas encuestas con metodologías sólidas si sus resultados no le convienen al cliente que las pagó. Estamos describiendo aquí un conflicto de interés mayor, que afecta cómo se percibe la contienda electoral de 2024”.