Grupo Puntual / Victoria Pineda

Belleza sublime, cultura, símbolos, leyendas, historia, hechos trascendentes.

Esas son algunas de las características de los Pueblos Mágicos, en donde cada una de sus manifestaciones socio-culturales significan una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico.

Con más de 16 millones de habitantes, el Estado de México es el más poblado del país, y posee una riqueza cultural excepcional.

En la actualidad, se cuenta con 10 pueblos mágicos mexiquenses: Valle de Bravo, Aculco, El oro, San Juan Teotihuacán, Villa del Carbón, Tepotzotlán Ixtapan de la Sal, Metepec, Malinalco y Tonatico.

Y es que el Pueblo Mágico no sólo debe mostrar su atractivo simbólico, sino que para ser nombrado como tal, debe cumplir con las siguientes especificaciones:

Contar con una población mínima de 20 mil habitantes, establecer un programa de desarrollo turístico para el destino que cumpla con un periodo de 3 años y constituir el Comité Pueblo Mágico.

Además, debe contar con las condiciones correctas en cuanto a comunicación con otros lugares como transporte público accesible, garantizar los servicios de salud y seguridad pública para el turista, y para finalizar, demostrar el atractivo simbólico o cultural de la localidad.