A partir de 2017, los consumidores van a pagar un peso de impuesto especial por cada litro de productos lácteos saborizados como sucede actualmente con los refrescos.
Se trata de las bebidas de leche con sabor como el Yomi, Hersheys y Nesquik, entre otras, que muchas veces forman parte del lunch que llevan los niños a la escuela para el recreo.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) adelantó que el próximo año los productos lácteos y productos lácteos combinados van a tener que pagar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
La disposición se dará a conocer en un anexo integrado a la Resolución Miscelánea Fiscal para 2017 que se publicará en el Diario Oficial.