Más de 30 mil tortugas golfinas llegaron al Santuario Playa Escobilla, en el municipio Santa María en la Costa de Oaxaca, con lo que inicia la temporada de “arribada” 2016-2017.
La llegada sincrónica y masiva de esa especie también se conoce como “arribazón”. Es un fenómeno de suma importancia biológica para la reproducción y sobrevivencia y un gran espectáculo visual.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) destacó que ese movimiento se da solamente en 12 playas del mundo, de las que México cuenta con tres en el Pacífico, dos de ellas en Oaxaca.
El Santuario Playa de Escobilla, un área natural protegida de 15 kilómetros de extensión, ocupa el primer lugar en México y en el mundo por el número de nidadas. Cada año registra poco más de un millón por temporada.
El monitoreo, vigilancia y protección de nidos de tortuga lo realiza la Conanp a través del Centro Mexicano de la Tortuga y con apoyo de elementos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Secretaría de Marina-Armada de México.
En un comunicado la institución detalló que se custodian 600 kilómetros de playa en ambas costas del país y se opera con el Centro Mexicano de la Tortuga, por la gran importancia que tiene la difusión y educación ambiental para la preservación de las especies.
La Tortuga Golfina es una especie en peligro de extinción de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Sus principales amenazas son el saqueo ilegal de huevos, la captura de animales en tierra o mar para consumo de carne, aceite o piel, la pesca incidental y la contaminación marina por desechos sólidos.
Esa especie mide hasta 70 cm de longitud. Los adultos presentan una coloración verde olivo. El caparazón tiene forma de corazón o redondeado. Cada hembra llega a anidar de 2 a 3 veces por temporada y ponen hasta 120 huevos por puesta.
Es omnívora, es decir, su dieta está compuesta por gran diversidad de organismos entre ellos, cangrejos, camarones, langostas, algas, caracoles, peces y pequeños invertebrados.