El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inició el miércoles su último día en Grecia con una visita a la Acrópolis de Atenas, el conjunto monumental más famoso del país. El mandatario tenía previsto ofrecer más tarde un discurso al pueblo griego para terminar el primer tramo de su último viaje al extranjero como presidente. Después visitará Alemania.
Obama, acompañado por un guía del Ministerio griego de Cultura, entró en el complejo entre las columnas de los Propileos y caminó junto al Partenón, un templo dedicado a la diosa Atenea, considerada patrona de la ciudad de Atenas.
El lugar quedó cerrado al público durante el día para la visita de Obama, celebrada bajo draconianas medidas de seguridad que también han prohibido las manifestaciones en zonas de Atenas y cerrado carreteras y paradas de metro. Obama se mostró receptivo a las penurias griegas y reiteró su creencia de que el alivio de deuda es necesario. También insistió en que Grecia debe seguir aplicando las dolorosas reformas a las que se comprometió a cambio de sucesivos rescates internacionales. Es cuestionable hasta qué punto esa posición será continuada por su sucesor, Donald Trump, que ganó este mes las elecciones y asumirá el cargo en enero.