Grupo Puntual / Arleth Vilchis

¿A cómo el cachito de justicia? Cuestionan miles de millones de mujeres mexiquenses.

Y es que los feminicidios en México no disminuyen.

De hecho, pareciese que entre más casos violentos hay, menos resuenan las voces que exigen ser escuchadas, atendidas y auxiliadas.

¡Justicia para Ana María Serrano Céspedes! A quien el pasado 12 de septiembre le arrebataron el sueño de convertirse en cardióloga, siendo estudiante de medicina.

El feminicida: su expareja, Alan “N”.

¿Y ahora? No queda más que gritar por Ana María; porque el acto más valiente, es pensar por una misma en voz alta.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de los 725 feminicidios en el Edomex en los últimos cinco años, 23 han tenido lugar en Atizapán de Zaragoza.

Tan sólo de enero a julio de 2023 se contabilizaron tres casos, colocando a este municipio a la par de Ecatepec y sólo por debajo de Chalco, Chimalhuacán y Toluca que registraron 4, 5 y 7, respectivamente.

Ana María es recordada por su madre, Ximena Céspedes, presidenta del Comité de Comunicación Interna de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), como una joven “maravillosa que tocaba todos los corazones con los que se encontraba”, pero que vio truncada sus aspiraciones al ser asesinada presuntamente por su exnovio Alan «N», quien fue detenido como principal sospechoso de este acto.

Hoy, somos el grito de las que ya no están.