Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Al término de los juegos de verano en Tokio todo el mundo volteó hacia la titular de la Comisión Nacional del Deporte, Ana Gabriela Guevara, para buscar responsable del fracaso del deporte mexicano con su mísera cosecha de cuatro medallas de bronce, de las que la del futbol no puede ni debe atribuirse nadie en el sector amateur pues ese equipo es totalmente profesional y si fracasó o triunfó es responsabilidad de la Federación Mexicana de Futbol. Pero, a nivel estatal, la señora Marcela González Salas ha guardado un silencio sepulcral como para tratar de ocultar lo que debe considerarse como la peor actuación del deporte mexiquense en una justa de ese tipo. Ni una medalla de los atletas mexiquenses. Cero. Ese es el resultado del trabajo de la señora González Salas. No hay mucho que decir. ¿O si?