Grupo Puntual / Esperanza Moreno

TOLUCA, México, 28 de Noviembre de 2018.- A menos de 100 metros de la llamada Casa Estado de México o Casa de Gobierno, donde más de 30 policías y 10 patrullas permanecen siempre vigilando aunque el gobernador Alfredo del Mazo Maza nunca esté ahí, porque él no reside en ese inmueble, los ladrones operan libremente dando “cristalazos”, abriendo cajuelas y cofres para sacar llantas de refacción o baterías.

Son decenas los casos de estudiantes universitarios también asaltados en esa zona que representa las inmediaciones de facultades importantes como Química, Medicina o Enfermería, entre varias más, sin que la autoridad haga algo para controlar ese fenómeno delictivo al que ellos consideran como “no prioritario”.

La esquina de la calle Juan Rodríguez y el Paseo Colón, en plena zona residencial de la ciudad de Toluca, se ha convertido en un punto estratégico para la delincuencia “común”, a cuyos robos sistemáticos poco o nulo caso hacen las policías municipal de Toluca y menos la adscrita a la Secretaría de Seguridad del Estado de México.

Una víctima más de esta situación, a cuyo auto extrajeron la batería la tarde de este miércoles 28 de noviembre, justo en la citada intersección, tuvo que pedir dinero prestado para comprar un repuesto para poder regresar a su casa a bordo de su automóvil.

Por más que solicitó apoyo a patrulleros municipales y estatales, lo único que recibió fueron argumentos tan absurdos como “esta no es nuestra zona”, “aquí los que cuidan son los estatales”, y una larga lista de pretextos más.

El hecho es que nadie se hace responsable ahí de la ola delictiva que afecta a decenas de empleados que dejan por ahí sus vehículos estacionados ante la falta de estacionamientos en la zona, y debido a que el único que hay ahí cobra demasiado caro porque su principal mercado son los funcionarios de alto rango que acuden a la Casa de Gobierno a realizar algún trámite.