Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

¿Por qué en Toluca?

El senador de la República, Higinio Martínez Miranda, rinde este jueves su primer informe de actividades legislativas, lo hará en un gran salón como es el principal del Club Toluca, en la capital mexiquense, y se espera la asistencia de por lo menos unos 8 mil convocados, entre sindicalistas, liderazgos políticos, diputados locales y federales, así como presidentes municipales tanto del Valle de México como de la zona oriente y del Valle de Toluca.

Se trata de un acto interesante, por decir lo menos, porque detrás de éste hay una serie de simbolismos que deben revisarse, analizarse y sopesarse. Dicen que en política no hay casualidades, más bien hay causalidades, y eso es precisamente lo que el análisis del hecho nos invita a reflexionar.

La pregunta de origen es ¿por qué realizar el informe de actividades legislativas del senador Higinio Martínez, todo poderoso político texcocano, en la capital del Estado de México?

Evidentemente se trata de la exportación de proyecto político de Martínez Miranda, del distante territorio texcocano, en el oriente mexiquense, a la capital de esta entidad, sede de los Poderes del Estado de México, cuna de las principales decisiones políticas que marcan el antes y después.

El informe de labores de Higinio Martínez.

Y eso precisamente será lo que suceda este jueves en el Salón Rojo del Club Toluca, pues es evidente que Martínez Miranda quiere ser escuchado, no solo por los propios, sino evidentemente por quienes ocupan los tres edificios principales en torno a la Plaza de los Mártires de la capital mexiquense.

Todo se puede leer muy fácil: A Higinio ya le quedó chico Texcoco, ya no le es suficiente la zona oriente del Estado de México, a pesar de la fuerza que esa región ha tomado en materia política al convertir desde ahí al Movimiento de Regeneración Nacional en la mayoría dominante en el espectro nacional y estatal.

¿Qué va a decir Higinio en el Salón Rojo? Pues eso hasta el momento de redactar este espacio de opinión solamente lo sabe él y su equipo de colaboradores que participaron activamente en el diseño y redacción del discurso que ofrecerá, se supone, en algo así como 30 minutos de locución.

Sin embargo, hay quien especula que, por lo menos entre líneas, habrá anuncios importantes en materia política en el contenido de ese mensaje. Se especula que viene a hacer un llamado a los militantes, simpatizantes y autoridades emanadas de MORENA a la unidad, a cerrar filas, a superar las deficiencias que se han mostrado en los primeros siete meses de las actuales administraciones municipales, pues, de acuerdo a su óptica, el Movimiento de Regeneración Nacional está perdiendo fuerza en esta entidad, precisamente dedicado de sus propios errores y conflictos internos.

De ser eso cierto, hay quienes interpretarán que Martínez Miranda va, y con todo, por la presidencia estatal de Morena, lo cual sería fácil de imaginar, pues si el proyecto de Higinio fuera personal, poco o nada le importaría lo que suceda en su partido, pero si su proyecto precisamente involucra a ese movimiento, es porque va a intentar poner orden y procurar las condiciones necesarias para su consolidación, desde la dirigencia estatal.

Por otra parte, Higinio, dicen, hará un último intento para que en el Estado de México se defina, vía votos, la próxima elección, en octubre, de la dirigencia nacional de Morena.

Hasta donde se sabe, en estos momentos existen tres opciones muy claras para ese cargo, dos de ellos impulsadas desde el Estado de México, y una más por el ex gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Ávila.

Para el caso de Higinio Martínez Miranda, el ánimo es a favor de Mario Delgado, el líder de los diputados federales de Morena en el Congreso de la Unión, por lo que el acto de este jueves también podría significar una exhibición del “músculo” político con el que se pretende respaldar esa posibilidad a la dirigencia nacional del instituto político que hoy gobierna al país.

Es algo así como, con un Salón Rojo del Club Toluca lleno, decir a propios y extraños, “aquí están mis votos y con esto les pienso ganar la dirigencia nacional.

Hay quien cree que la candidatura de Bertha Luján es la más avanzada, gracias al derroche de apoyos que le brinda la todavía presidenta nacional de Morena, también mexiquense, doña Citlaly, Yeidckol, pero lo cierto es que la monera todavía está en el aire y las cosas bien podrían definirse, en buena medida, precisamente en esto que se supone es, de origen, un simple “informe de labores legislativas”.

¿Dónde quedó el dinero?

A punto de concluir el análisis del presunto desfalco financiero que registra el Sistema Estatal de Salud del Estado de México, a cargo de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), correspondiente al año 2017, con Eruviel Ávila Villas como gobernador y César Nomar Gómez Monge, como secretario de Salud del Estado de México, se filtraron ayer datos muy certeros y nombres de presuntos involucrados en la “desaparición” de por lo menos 2 mil 473 millones de pesos.

De acuerdo con una serie de oficios que en el momento de la entrega-recepción de las administraciones de Eruviel Ávila Villegas a Alfredo del Mazo Maza, se giraron representantes de ambos equipos de trabajo, se señala como partícipes en distintas irregularidades financieras a personajes como el entonces secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de México, Joaquín Castillo.

Además, se involucra en “pecados de omisión”, por decir lo menos, a Rafael León Barrios, entonces responsable de la Unidad de Contraloría Interna del Instituto de Salud del Estado de México, así como a Leopoldo Morales Palomares, entonces Coordinador de Administración y Finanzas del mismo Instituto de Salud.

Irregularidades por 2 mil 473 millones.

En los oficios a los que se hace referencia, estos funcionarios se piden y se dan explicaciones por actos administrativos “irregulares”.

Por ejemplo, la administración entrante, la de Alfredo Del Mazo Maza, solicitó al entonces Coordinador de Administración y Finanzas, que explicara por qué se dejaron de pagar cuotas y aportaciones relacionadas con el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por sueldos y salarios de los empleados del ISEM, así como las cuotas al Fondo de Vivienda (FOVISSSTE) y las propias cuotas al ISSSTE.

En el mismo oficio se aclara que esas aportaciones debieron de entregarse en tiempo y forma porque existen comprobantes financieros, técnicos y legales que demuestran que el dinero sí se retuvo a los trabajadores del ISEM. “Los descuentos se estuvieron realizando en las quincenas a los trabajadores”, se lee textual en el oficio citado.

Para octubre del año 2017, el Instituto de Salud del Estado de México, bajo la dirección de César Normar Gómez Monge, no había transferido al ISSSTE, como era su obligación legal, un total de mil 645 millones de pesos, mientras que por concento de Impuesto Sobre la Renta no entregó al Sistema de Administración Tributaria (SAT) 827 millones 100 mil pesos.

O sea, que solamente de esos conceptos, para el mes de octubre del año 2017 la administración de Eruviel Ávila Villegas ya había desaparecido 2 mil 473 millones de pesos, de los cuales, a la fecha, nadie puede ofrecer todavía una explicación clara sobre dónde fueron a parar y, mucho menos, quién o quiénes son los responsables de la desaparición de esos fondos.

Si fueron a parar a campañas proselitistas en el Estado de México o en otras entidades del país, como hay versiones que aseguran que eso fue lo que sucedió, o simplemente alguien dispuso de ese dinero con fines de enriquecimiento personal, eso es algo que para estas alturas ya por lo menos debería de haberse aclarado y, sobre todo, dar vista al Ministerio Público federal, porque se trata de dinero federal, para actuar en consecuencia en contra de él o los presuntos responsables.

Si ya se cuenta con información tan certera que demuestra que hubo irregularidades tan serias en la administración del Instituto de Salud del Estado de México en el último año de la gestión de Eruviel Ávila Villegas, la pregunta simple es: ¿qué esperan para hacer justicia? ¿Tendrá que llegar ésta, la justicia, desde una instancia federal? Mientras, por lo menos dos de los presuntos señalados como responsables se siguen paseando tranquilamente por los pasillos del Senado de la República y otros tantos andan por ahí dando cursos, asesorías y capacitaciones de “administración de alto nivel”. Qué descaro.

Tanto peca el que mata la vaca…

En esta tesitura hay quien opina que de una forma u otra la actual administración del Instituto de Salud del Estado de México incurre en algún tipo de responsabilidad al hacer caso omiso a lo que cada vez parecen más pruebas contundentes de presuntas irregularidades cometidas en el pasado ejercicio estatal en el ISEM.

Ante los diputados locales, el actual secretario de Salud del Estado de México, Gabriel O´Shea Cuevas, dejó absolutamente claro, en su comparecencia con motivo del informe de labores del gobernador Alfredo del Mazo Maza, dejó en claro que él no es policía de investigación o auditor como para ponerse a indagar si hubo o no malos manejos, y, de ser cierto, a quién corresponde la responsabilidad de los mismos.

Eso lo entiendo, pero lo que es un hecho es que en cualquier ejercicio de entrega-recepción de la administración pública, en cualquiera de sus tres niveles, quien recibe una oficina o dependencia gubernamental y observa que hace falta dinero, tiene la obligación de reportarlo a las instancias correspondientes y estar pendiente que el asunto se aclare y se finquen las responsabilidades correspondientes. Y eso no se ha hecho.

Pecados de omisión

El propio secretario de Salud dijo en ese momento a los legisladores locales, quienes, por cierto, tampoco han hecho mucho al respecto, que él lo único que había hecho era otorgar todas las “facilidades” para que las autoridades responsables realicen las indagatorias correspondientes. ¿Es eso suficiente?

Pues ya la Auditoría Superior de la Federación les hizo la “chamba”, ya cuenta con muchos elementos para observar irregularidades en la administración del ISEM, por lo menos en el último trato de la gestión estatal de Eruviel Ávila Villegas. Entonces ¿no sería momento en que la actual gestión de esa dependencia hiciera algo más que ofrecer “todas las facilidades” para que se indague?

La última y nos vamos…

El número de muertos “regados” en el Valle de Toluca todos los días amanece con nuevas cifras, siempre en aumento. Ayer fue San Mateo Atenco, antier fue Zinacantepec, y así todos los días en reversa, lo que evidencia que algo no marcha bien.

Algunas autoridades, comenzando por la secretaria de Seguridad del Estado de México, primera responsable de esa área, reconocen que el problema tiene origen en presuntos “ajustes” de cuentas de grupos de la delincuencia organizada que disputan “la plaza”, entiéndase el Valle de Toluca.

¿Es eso suficiente? ¿Alguien cree en realidad que es suficiente que a la población le digan que esa es la causa? ¿Qué no sería necesario, más allá de una causa, una solución al problema?

¿Y los resultados?

La sabiduría popular reflejada ayer en un humilde taxista, Juan Pueblo, como se dice en el argot popular, me hacía ver ayer que “si la autoridad sabe que hay grupos en disputa, incluso sabe cuáles son esos grupos, ¿por qué no hace algo para detener su actuación?

Una de dos: o existe una complicidad tácita entre quien deja que algunos hagan y deshagan de esta entidad lo que sea en materia de seguridad, lo que caería en el supuesto de responsabilidad por omisión, o simplemente se carece de la capacidad real para hacer frente a esas organizaciones delictivas.

Si la verdad de fondo es la primera posibilidad, pues qué mal estamos, porque seguimos sometidos no solamente a los designios de los malos, sino a la complicidad de servidores públicos a los que, vía nuestros impuestos, les pagamos para prácticamente no hacer nada, salvo dar “explicaciones” que de nada sirven.

Y si la segunda variante es la que impera; es decir, no existe capacidad para enfrentar a la delincuencia, pues estamos todavía más fregados, pues de facto estaríamos ante el verdadero estado fallido que se deriva de la falta de la autoridad a su primer obligación, de acuerdo con el llamado Pacto Social en el que los ciudadanos cedemos a la autoridad obediencia y acatamiento de la ley, a cambio de que ésta nos garantice la seguridad personal y patrimonial.

¿Cómo que ya va siendo hora de revisar quién sí y quién no está cumpliendo con la responsabilidad que le compete en este rubro? ¿O no?

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