Amenos de una milla de distancia de la Embajada de México en Estados Unidos, un ejército de adoradores de Adolf Hitler se reunió para alabar a Donald Trump y organizar su resistencia para “terminar” con mexicanos, inmigrantes e indocumentados en favor de la pureza racial.
Fueron 11 horas de odio. Los nazis atacaron, fueron golpeados y arrestados.
Este pasado viernes y sábado se realizó el congreso anual del ‘Instituto Nacional de Políticas’, un grupo de odio cuyo objetivo oficial es la promoción de la ‘limpieza étnica’ para ‘descendientes de europeos’.
En esta guerra, “para nosotros es conquistar o morir”, dijo su presidente Richard B. Spencer.
No es sólo que sean izquierdistas y maricones. No es sólo que muchos sean genuinamente estúpidos. Más bien. Uno se pregunta si estás personas son ‘humanos’ de verdad”, añadió la voz más popular del movimiento ‘alt-right’, o ‘derecha alternativa’.
“Hemos cruzado el Rubicon”, somos insurrección y vamos contra la traición.
¡Heil Trump, heil nuestra gente, heil a la victoria!”, sentenció su máximo líder Richard B. Spencer.
Grabado en video, se observan anglosajones gritando “Heil Hitler”.
Corren, se levantan, alzan la mano que saluda a los cielos ante los gritos de “heil”.
El nazi pidió a los supremacistas blancos el actuar menos como una organización “underground” (ilegal, obscurantista) y más como parte de un movimiento, discurso y sentimiento natural, histórico, predecible, parte del establishment actual.
Lo anterior lo dijo apenas a una cuadra de la Casa Blanca estadunidense, del Teatro Nacional, el National Mall y el obelisco y monumento a Washington y a Abraham Lincoln.
Esta reunión fue organizada en el International Trade Center y en el Ronald Reagan Building de Washington, D.C., ubicado en la 1911 Pennsylvania Avenue, ubicado apenas una milla de la Embajada de México en Estados Unidos, ubicada en la misma calle: 1300 Pennylvania Avenue.
No se tiene registro de que los nazis se encaminarán o se hayan acercado a la representación diplomática mexicana como movimiento.
Hubo una pequeña trifulca, donde el ‘bloque negro’ de anarco-comunistas contrarrestó la violencia de un nazi.