Familiares y abogados de internos del penal de máxima seguridad del Altiplano se plantaron ayer fuera de esa prisión federal para denunciar presuntas violaciones a los derechos humanos de los internos, incumplimiento de mandatos judiciales por la dirección del centro penitenciario y trato denigrante.
Representantes legales de los reos aseguraron que las medidas de seguridad se han extremado, sobre todo contra los internos acusados de delitos de alto impacto, pues son continuamente castigados a la menor provocación, impedidos de reunirse con su defensa y sometidos a maltrato sicológico por los custodios.
Los representantes legales manifestaron que las autoridades del penal del Altiplano han violado amparos y suspensiones definitivas dictadas por jueces de distrito para que sus clientes no sean segregados.
Afirmaron que ninguna autoridad constata el incumplimiento de los mandatos judiciales, por lo cual la dirección del penal comete abusos e impide que los presos cuenten con una defensa adecuada.
Los familiares de los convictos también se quejaron de que los horarios de visita se han reducido, tardan de dos a tres horas para autorizar el acceso al penal y sólo quedan un par de horas para convivir con los internos.
Acusaron que las reuniones con abogados y familiares, así como las visitas íntimas, son videograbadas por el personal del reclusorio, y las revisiones para ingresar son denigrantes. Te revisan hasta la ropa interior, se quejó la esposa de un reo.
La protesta duró poco más de tres horas y los policías federales apostados en el acceso a la penitenciaría tomaron fotografías a los participantes.