EL PAÍS HOY

Por Ernesto Soto Paez                              

  • El ingeniero civil antorchista, Adán Bárcenas Pichardo, en la mira por posibles actos de corrupción

Ixtapaluca, Estado de México es uno de los 125 municipios de la entidad, tiene una población superior a 495 mil habitantes que padecen rezagos históricos socio-económicos muy marcados, como la falta de empleo, pobreza y educación. Está gobernado por el priista Enrique Santos, cuyo Coordinador de Obras Públicas, Adán Bárcenas Pichardo, está acusado de enriquecimiento inexplicable, a través de marcados actos de corrupción contra los ixtapaluquenses que en busca de construir una casa, remodelar una barda o abrir un humilde negocio, son extorsionados.

El 31 de marzo de este año, aparecieron en las redes sociales los lujos en que vive el antorchista, junto con su esposa; a los dos se les ve en ostentosas fotografías disfrutando de paradisiacos lugares como Disney Parks Wordlwide, en Orlando Florida, otras en París, California o Hong Kong. Pero, contrario a estos lujos, propios de un jeque árabe, también se exhiben fotografías de algunas calles de Ixtapaluca, donde el tono reinante es la extrema miseria en que se debaten los moradores de las colonias antorchistas El mirador y El Mezquite.

Pero aunque pareciera que Bárcenas Pichardo va a librar cualquier problema de tipo judicial, pues es compadre e incondicional de la también antorchista y candidata ganadora a esa alcaldía, Maricela Serrano Hernández, no tendrá otra salida que enfrentar los cargos que se le imputan. Por ello, si lo protege la triunfadora en ese municipio, la hija del líder histórico de Antorcha Campesina, hoy desaparecido en condiciones misteriosas, tendrá problemas, especialmente si lo mantiene en su equipo de trabajo.

Bañado de impunidad, Bárcenas Pichardo, presume impune en las redes sociales, sus viajes por el mundo, su vida de lujos y hasta sus bienes inmuebles, como el que ostenta cerca del Palacio de Gobierno de Ixtapaluca. Como muchos otros funcionarios, este, de medio pelo vive en un gran contraste entre sus ingresos, sus egresos y sus bienes, pareciera que no le importa nada, pero esto le provocará problemas en el gobierno local y el federal de la República.

Hoy ya se viven otros tiempos donde los corruptos deberán enfrentar a la justicia, pues el gobierno de transición de Andrés Manuel López Obrador vigilará que la política de Austeridad República no provoque que funcionarios y servidores públicos de cualquier partido político mantengan altos ingresos vía corrupción.

En esta línea, López Obrador, para apoyar a sus delegados y coordinadores, abrirá oficinas de atención ciudadana en donde se recibirán denuncias sobre abusos y extorsiones, aunque en el caso que se ventila, a Bárcenas Pichardo de nada le valdrán sus relaciones antorchistas, pues vientos de justicia soplan y se avecinan.

En todo el país, los delgados y coordinadores contabilizarán cuántas obras están inconclusa por excesiva tramitología o corrupción, para que se resuelva, caso por caso, y de encontrar irregularidades habrá inhabilitaciones, procesos administrativos o se enviará a la cárcel a los responsables.

Por el momento, el antorchista sigue aprovechando su cargo como coordinador de obras públicas y protegido político, para fijar millonarias cuotas a quien construye o emprende actividades productivas, sin importarle el desarrollo del municipio y que sus actos corruptos han provocado la cancelación de miles empleos.

En tanto Bárcenas Pichardo, feliz en su castillo de egos, sugiere en las redes sociales que hay que viajar, además de fanfarronea que “El dinero se recupera”, aunque sus detractores, le respondan: ¡Claro! con una obra o dos vuelve a salir para otro viajecito.

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