La Auditoría Superior de la Federación (ASF) lanzó un plan de austeridad con el que anuncia que ahorrará 50 millones de pesos, cifra que será reintegrada a la Tesorería de la Federación en cortes mensuales y transparentada a la opinión pública de manera periódica y con el fin de que se conviertan en recursos disponibles para otros conceptos.
Además, los directores generales de la institución no contarán con vehículo asignado ni vales de gasolina.
Asimismo, determinó cancelar la renta de inmuebles debido a la ocupación de la nueva sede de la institución. También reducirá el 50% en gastos de difusión. Reducirá también el 100% en estudios e investigaciones contratados con externos.
Incluso, cancelarán las comisiones internacionales, exceptuando aquellas en las que la ASF presida el comité técnico, grupo de trabajo o asamblea correspondiente.
Eliminarán al 100% la renta de salones y auditorios para la realización de eventos.
Describió que esta institución aumentará en 9% el número de auditorías para la Cuenta Pública 2016, con el fin de cumplir con las nuevas tareas encomendadas. Adicionalmente, deberá crear, de conformidad con la nueva Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación y la Ley General de Responsabilidades Administrativas, dos áreas dedicadas a la investigación y substanciación de faltas administrativas.
Detallaron que una manera de asegurar el rendimiento positivo de las acciones de la ASF para el país en su conjunto, es que su labor de fiscalización se base en criterios estrictamente técnicos y ajenos a cualquier consideración de carácter político. Cabe recordar que la ASF ha logrado recuperaciones, derivadas de sus auditorías, por más de 108 mil millones de pesos que representan 47 veces su presupuesto actual.