Inmigrantes y sus defensores planean marchar por varias ciudades de Rhode Island este fin de semana para que las personas que viven sin permiso de residencia en Estados Unidos puedan obtener licencias de conducir.
En un reflejo de la fragilidad de su causa y mientras el país vive una reactivación nacional contra la inmigración no autorizada, los manifestantes evitarán pasar por los lugares en los que necesitan más apoyo: los suburbios predominantemente blancos donde residen los legisladores que dominan la Legislatura estatal.
La organización Coalition for Safer Rhodes (Coalición para un Rhodes más Seguro) había previsto inicialmente una marcha de un día por el estado más pequeño del país, algo sin precedentes.
Los planes eran tomar como ejemplo un recorrido realizado en 1966 por el líder campesino César Chávez a través del Valle Central de California, pero el grupo prefirió cambiar de estrategia, alegando temores de seguridad después de experimentar hostilidad e insultos al distribuir volantes y de tocar puertas en los suburbios.
«No queríamos que nuestra gente fuera acosada», dijo el organizador Gaspar Espinoza, quien espera que al menos 300 personas se unan a la caminata. «Queríamos hacer esto en las zonas rurales de Rhode Island y usar templos de fe como escalas, pero muchos amigos dijeron: ‘¿para qué exponer a la gente?»’.
Un total de 12 estados, incluso el vecino Connecticut, ya otorgan licencias de conducir a personas que residen sin permiso en el país. Muchos tienen disposiciones que impiden que las licencias especiales sean utilizadas para algo más que conducir vehículos. Los defensores de estos permisos alegan que -junto con la mejora de vida de los inmigrantes-, las leyes de seguridad vial deben exigir a todos pasar una prueba de conducción y obtener un seguro. Los opositores argumentan que estas iniciativas solo incentivan más inmigración no autorizada.
A excepción de los estados de Nevada y Utah, de mayoría republicana, la mayor parte de los estados que promulgaron estas leyes están encabezados por demócratas. En Rhode Island, los demócratas controlan ambas cámaras de la Asamblea General, pero después de años de debate, los líderes legislativos han bloqueado repetidamente la votación de los proyectos de ley para licencias de conducir.
«Mi opinión es que el electorado en todo el estado, los ciudadanos del estado, no van a apoyarlo», dijo en mayo el demócrata Nicholas Mattiello, presidente de la cámara baja estatal. Su discurso de hecho señaló el fin del debate hasta que los legisladores vuelvan a reunirse el año próximo.
«Así que vamos a respetar lo que quieren la mayoría de los ciudadanos del estado», agregó.