SEÚL COREA

DR. EDUARDO LÓPEZ BETANCOURT

Lo que muy pocas veces me ha sucedido en la vida, me llego una invitación de Aeroméxico para viajar a Seúl en el viaje inaugural de la Ciudad de México a la Capital de Corea. Una veintena de mexicanos acudimos a grato evento. En lo personal he estado varias veces en ese agradable país asiático, pero a pesar de ello siempre es impactante, particularmente en estos momentos que existe una gran tensión con Corea del Norte, este país que se ha distinguido por su orientación bélica acaba de lanzar un misil, que según ellos insisten en señalar, es trasatlántico y que fácilmente puede llegar a tierras norteamericanas; por el contrario el gobierno de Trump asegura que su alcance es medio y que no constituye ningún peligro para el país más poderoso. Lo cierto es que se denota un ambiente de guerra, que en cualquier momento puede estallar, lo que bien sería una conflagración mundial de patéticas y tal vez definitivas consecuencias para la humanidad.

Al margen de ese relevante tema, debo apuntar que Corea mantiene un nivel de superación permanente, el nivel de vida de sus ciudadanos, se encuentra entre los mejores del mundo, algo ni siquiera lejos de pensar hace 50 años, para entonces Corea era un país aldeano, en su mayoría campesinos, lejos pero muy lejos de la industrialización de la que ahora gozan de manera impactante.

Hoy Corea compite con China y con Japón, en el mundo de la computación y en otras industrias como la automotriz, la telefónica y un sinnúmero de ramas que hacen de Corea un país envidiable.

Comparar a nuestro país con Corea es una insensatez, allá en ese país las condiciones de vida son excelentes para sus pobladores, grandes ventajas, escuelas de primer orden, trabajo asegurado y nivel de vida verdaderamente grato, particularmente por lo que hace a la seguridad; con el grupo que auspició Aeroméxico, para el viaje inaugural, a nuestra llegada lo primero que pregunto a la amable guía fue si se podía transitar sin riesgos en Seúl, particularmente por la noche; la respuesta fue tajante, por supuesto que hay absoluta seguridad, no debe usted temer nada, la policía es confiable, los taxis son seguros y en general en el mundo del comercio existe absoluta honradez para el trato con turistas. Al oír lo anterior compare la situación con México, aquí es exactamente al contrario en cuanto llega un turista hay que prevenirle, que debe de andar con mucho cuidado, en cualquier momento lo pueden asaltar lesionar y por supuesto perder la vida como ha sucedido en varias ocasiones; el taxista en México es un peligro ambulante, sin dejar de reconocer que hay casos de excepción, la regla es el abuso, la arbitrariedad, el cobro siempre de más y el pésimo servicio que ofrecen, sin que por supuesto de ello se escape el propio nacional, pero se abusa mucho más del turismo.

En México no se sabe quién es más peligroso si un ratero o un policía, el riesgo con el policía es que actúa impunemente, que al final de cuentas es alguien que se maneja con autoridad y hace del robo su conducta habitual.

Corea tiene gratas bellezas sin duda alguna, pero nunca comparable con nuestro país, si en México se respetará al turismo ocuparíamos un primerísimo lugar en el mundo, que implicaría grandes e importantes divisas para el país, lamentablemente son muy pocos los turistas, que regresen satisfechos, los más han sido espueleados, maltratados y por lo menos asustados.

Volviendo a Seúl su avance en materia de comunicaciones es impactante, sus empresas como ya señalamos compiten con las mejores del mundo, pero no se conforman con ese ámbito ya reconocido como lo es la industria blanca, televisores y aparatos de toda naturaleza, hay que destacar que ahora mantiene una actividad orientada hacia la investigación sobre nuevas formas de energía, ejemplo de ello es la fabricación de vehículos movidos por energía eléctrica, realizan eventos importantes en el mundo científico que los ubican entre los 3 países con mayor innovación industrial.

Al margen del desarrollo industrial, quiero destacar el comportamiento de los coréanos; como lo señale hace 50 años eran aldeanos, que cuando llegábamos occidentales les llamábamos la atención, al extremo de que nos veían como “animales raros”. Ahora particularmente Seúl es cosmopolita, de todo el mundo provienen personas, sea por motivo de trabajo, estudio o simplemente de turismo, ahora hay una indiferencia total para con el extranjero, pero nunca se traduce en descortesía como es cotidiano en el mundo oriental, la reverencia del coreano es una característica no de humildad, sino de respeto y afecto, sumamente amables al extremo de que cualquier extranjero pasmado por la amable educación de la que hacen gala nuestros gratos amigos coréanos.

La limpieza de la ciudad de Seúl es impactante, no hay basura en las calles y solo es factible fumar, aun en la vía publica en lugares debidamente establecidos, de tal suerte que pocas colillas, chicles no se observan y el transporte en Seúl es bastante ordenado, nótese que es una población en lo que puede ser el gran Seúl de más de 14 millones de habitantes, donde sin duda se presentan los grandes problemas de las metrópolis como lo es el tránsito, pero aun con el existen vías tan efectivas como el metro, que son puntuales en extremo, seguros por naturaleza y limpios sin igual. El ambulantaje de todas las grandes ciudades, también se presenta en Seúl, pero es evidente que el mismo, mantiene orden y control y solo se permite el mismo a ciertas horas, siendo la comida la principal actividad ambulante de la ciudad, pero en esos puestos de la calle se observa limpieza absoluta, cuidado adecuado y control. Sumamente agradable que casi todos los postes de la ciudad de Corea, hay ramos de flores y tiene otra característica sumamente grata, que es la gentileza de los vendedores, con frecuencia ofrecen a probar sus productos al extranjero, acompañado de una sonrisa particularmente en aquellos artículos exóticos en el ámbito alimentario.

Muy grata experiencia por Seúl y una envidia, de que veo cada vez más difícil, por no decir imposible, que nuestro país alcance esas alturas, donde hasta el más mínimo detalle se cuida, como lo es la recolección de basura que es estricta aun en las zonas más alejadas, se guarda en bolsas especiales el plástico, el cartón y los productos precederos.

En fin, insisto Corea está en pleno esplendor a pesar del gran riesgo de la guerra. Un detalle que si es importante destacar, los coréanos añoran y están esperanzados en la pronta reconciliación con Corea del Norte. Algo que parece un sueño pero que bien lo merece un país que ha luchado tanto.

elb@unam.mx

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