Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

Madurez, la mejor sorpresa

 

Mucho se habla de los nuevos tiempos políticos que imperan en el país, en particular en el Estado de México, después del arrollador triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional en la elección del pasado 1 de julio. Es cierto que hoy el panorama es muy distinto al que se venía antes de ese proceso electoral, pero lo que también es notable es el reacomodo político que se gestó a consecuencia de esos resultados electorales, donde destaca la madurez política que han mostrado los principales actores políticos de esta entidad, encabezado por el propio gobernador Alfredo del Mazo Maza.

Cuando el propio Del Mazo Maza fue candidato del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura del Estado de México se le atribuían algunas características relevantes, sobre todo su gran capacidad administrativa y su talento financiero, los cuales había demostrado de sobrada manera en instituciones como Nacional Financiera y el Instituto Nacional del Emprendedor, pero poco, muy poco, se conocía de su madurez política.

Sin embargo, una vez asentado en el cargo de gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo Maza ha dado una agradable sorpresa no solamente a los mexiquenses, sino, además, a muchos mexicanos que ven en él una opción para el reavivamiento del Revolucionario Institucional en un futuro no muy lejano.

Del Mazo se ha tenido que adaptar a los tiempos y está demostrando una capacidad de concertación que no se le atribuía antes, sobre todo de cara a la relación que a partir del 1 de diciembre tendrá que sostener con un Presidente de la República no solo emanado de un partido político diferente al cual milita el gobernador mexiquense, sino, hay que reconocerlo, quizá sea el Presidente de la República el mayor opositor al PRI que exista sobre la faz de la tierra.

Por eso, el mandatario mexiquense ha tenido que adoptar una nueva cara política, como un hombre capaz de conciliar con aquel que quisiera ver no solamente derrotado al PRI, sino extinto, demostrando en una serie de situaciones que Del Mazo es aún más inteligente que aquellos que quisieran ver en él a alguien cercano a la confrontación sistemática ante un futuro Presidente de la República totalmente contrario a su instituto político.

Sorprende Alfredo del Mazo Maza con alto nivel de madurez política.

Del Mazo ha sido capaz no solamente de sentarse en la misma mesa que Andrés Manuel López Obrador, sino, además, de sostener un diálogo directo, sin agacharse, para anteponer las prioridades del Estado de México a cualquier diferencia política que pueda existir entre él y el mandatario nacional electo.

Esto no debe ser fácil para un priista de hueso colorado como Del Mazo Maza, pero él comprende que ahora ya no gobierna para los priistas, exclusivamente, sino para todos los habitantes del Estado de México, donde ese partido político, el PRI, se convirtió en minoría, al menos de acuerdo con los números que arrojó la pasada elección federal.

Se trata, para Del Mazo, de un reto sin precedente porque tiene que poner en cada acto de gobierno un mucho de cerebro, de templanza y de firmeza, por encima de cualquier doctrina, color o simpatía política, lo que ha hecho muy bien hasta el momento, a grado tal que el Estado de México podría ser la entidad más beneficiada del país en el próximo Presupuesto de Egresos 2019 que ya cocina el equipo de trabajo del Presidente Electo.

De lograr esa posición, Del mazo habrá demostrado que más que priista es un político maduro, capaz de anteponer las necesidades reales de la entidad que gobierna a cualquier pasión que se derrame desde su corazón tricolor.

Es cierto que el camino de esa complicada relación entre el gobernador más priista del país y el presidente más antipriista de la historia nacional apenas comienza, pero lo cierto es que ambos personajes han dado muestras de cordura, de madurez e incluso de templanza, porque no es fácil lo que ambos viven, pero saben que los resultados son lo importante y en esos precisamente deben de seguir trabajando.

Lo que sigue en los próximos días serán actos protocolarios, los cuales para algunos no tienen mayor relevancia, pues se trata de forma, no de fondo, aunque hay quienes aseguran que en la forma está el fondo.

Si Andrés Manuel López Obrador da a Del Mazo Maza un lugar relevante en la ceremonia de toma de protesta del próximo Presidente de la República, evidentemente será un paso más en la cercanía que se deben ambos personajes de la política nacional; si Del Mazo asiste a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador se estará dando un paso significativo también en el reto de guardar las formas y contribuir de cierta manera a alcanzar la normalidad democrática que tanto bien le haría a este país.

Luego de la toma de protesta del nuevo Presidente de la República Mexicana, López Obrador y Del Mazo Maza tendrán que sentarse a entrarle a uno de los temas de mayor relevancia para el Estado de México y el país en general: la seguridad de los mexicanos.

Hay entidades del país que aparentemente obligarían al próximo gobierno federal a poner toda la carne al asador en esta materia, como Guerrero, Tamaulipas o Veracruz, donde las cosas se “calentaron” demasiado el pasado fin de semana con el asesinato de la hija de la diputada federal de Morena.

Sin embargo, en realidad si López Obrador desea entrarle en serio al asunto de la pacificación de la violencia, el control de la comisión de delitos y, sobre todo, las agresiones en contra de las mujeres de este país, sin lugar a dudas tendrá que comenzar por el Estado de México, la entidad más poblada del país, porque si logra resultados contundentes en esos objetivos, desde aquí estarán dando una muestra a nivel nacional de lo exitoso que podría ser su administración.

En ese rumbo será fundamental la coordinación de esfuerzos y la armonización de acciones que logren Andrés Manuel López Obrador y Alfredo del Mazo Maza, y los resultados que alcancen en esa materia, la seguridad pública, serán sin lugar a dudas muy relevantes para mostrar sus capacidad operativa en asuntos verdaderamente importantes para los ciudadanos, así es que hagamos votos para que la relación que comienzan a construir ambos personajes relevantes de la política nacional se traduzca en mejoras específicas, sobre todo en esa materia, que impactarían de manera definitiva en la calidad de vida de por lo menos 17 millones de mujeres y hombres que habitamos en este complicado Estado de México. Suerte a ambos.

 

La farsa panista

 

El Partido Acción Nacional vivió ayer una jornada interesante en materia política tanto a nivel nacional como específicamente en el Estado de México. Este domingo los militantes del partido albiazul acudieron a centros de votación para elegir a sus próximas dirigencias, nacional y estatal, de acuerdo con las convocatorias específicas que se emitieron.

Aunque el ejercicio podría hacerse pasar por un paso importante en materia democrática, sobre todo si se desea levantar al PAN de la lona donde la dejaron el pasado 1 de julio, gracias a su frustrada alianza con el Partido de la Revolución Democrática y el Movimiento Ciudadano, lo cierto es que se trata simplemente de una acción de revancha política.

La elección nacional se podría sintetizar entre los frustrados seguidores de Ricardo Anaya en contra de los que lo aborrecen, sin que eso signifique que unos u otros tengan una propuesta real para rehabilitar a ese instituto político.

Ayer mismo, Marko Cortés, uno de los aspirantes a la presidencia nacional de Acción Nacional, luego de votar por él mismo en la casilla que le correspondió, aceptó que su único interés es evitar que el PAN siga cayendo; es decir, no se trata de levantarlo y posicionarlo nuevamente como opción político-electoral, sino que no se vaya más al fondo de lo que ya está.

Elección que soluciona nada en el Partido Acción Nacional.

Los panistas tradicionales no ven en ninguno de los candidatos a la presidencia nacional del PAN una verdadera vía de reconstrucción, más bien existe la coincidencia de que ambos bandos son neopanistas queriendo apoderarse de los restos mortales del instituto político para hacerse de un poder por el que nunca han trabajado.

Es algo así como una bronca familiar, a muerte, entre herederos de alguien que dejó una fortuna intestada y que ahora serán capaces de enfrentarse a muerte para ganar los despojos de la familia. Así más o menos es el fondo político de la elección panista nacional. El que gane, sea el que sea, no significará nada muy diferente al PAN de “lux” que participó en la última elección federal, sin cimiento social, pues son una mala evolución de “Juniors” peleándose por algo que, cuando lo tengan en la mano, no sabrán ni qué hacer con él.

Por lo que hace a la elección del Estado de México, en la cual, como siempre, los tres aspirantes aseguran haber ganado aun antes de que haya resultados concretos del proceso, sucederá algo parecido en el fondo, aunque aquí se trata más bien de un encuentro entre “rucos” que a lo único que aspiran es a hacerse del control de un instituto político que es más o menos como un cascarón de huevo que ya desde hace años no contiene ni clara ni yema.

Ninguno de los tres aspirantes: Jorge Inzunza Armas, José Luis Durán Reveles y Oscar Sánchez, representan para los panistas mexiquenses más que “más de lo mismo”, de lo mismo que llevó a Acción Nacional a perder prácticamente cualquier representación política en los ayuntamientos del Estado de México donde alguna vez tuvo fuerza y presencia real, y a convertirse en una fuerza apenas significativa en la conformación de la Cámara de Diputados local.

Sin una fuerza política real, producto justamente de su alianza sin sazón que integraron en el llamado “Frente” con el PRD y Movimiento Ciudadano, los panistas hoy son más o menos como un objeto malo de decoración, que está ahí porque tiene que ocupar un lugar, pero que si lo quitas o lo dejas no pasa absolutamente nada diferente.

De ahí la necesidad que habría de contar con un partido político diferente, con una propuesta de dirigente distinto, capaz de transformar la actualidad panista, esa realidad que no le es nada favorable y que requeriría de una transformación de fondo, no solamente de nombre.

¿Qué pueden ofrecer a los panistas mexiquenses los viejitos de Durán Reveles, Inzunza Armas u Oscar Sánchez? Nada, en realidad nada. Se trata de propuestas viejas, muy viejas, que ya tuvieron su oportunidad en algún momento de la historia de ese instituto político y que nunca fueron capaces de aportar algo bueno para la militancia.

Aclaro, para la militancia, porque los tres que hoy aspiran a dirigir al PAN, en su momento, cuando tuvieron la oportunidad de cobrar como dirigentes de Acción Nacional, en primera o segunda postura, no fueron capaces más que de enriquecerse y de hacerse de otros cargos públicos desde ahí; es decir, lo único que hicieron es utilizar al partido político para su beneficio personal, una especie de trampolín político que aprovecharon para ellos mismos, y, en el caso de José Luis Durán Reveles, para impulsar también a sus familiares cercanos, sobre todo a sus hermanos, a los que impuso a toda costa como candidatos a diputados locales y federales, sin que le importara mucho sacrificar a otros militantes que sí habían hecho mucho por el PAN.

Por eso, gane quien gane la elección de este domingo, que seguramente no terminará con la entrega oficial de resultados, porque los tres candidatos tienen un largo historial de judicialización de procesos políticos, nada bueno ocurrirá para el PAN mexiquense, será un cambio de nombre, pero nada más, no hay ninguna propuesta nueva, no hay ningún proyecto que mire hacia el futuro y que entienda que los tiempos políticos hoy son otros, será una vez más de provecho para el triunfador, y nada más.

Con ello se estará dando un paso más hacia la aniquilación de un partido político relevante, porque así fue su aportación al equilibrio democrático de esta entidad, pero, lamentablemente, ya tiene rato que en poco o nada ha contribuido a esta entidad.

 

La última y nos vamos…

 

Cada semana llegan a la redacción de los medios de comunicación del Estado de México despachos informativos de la Delegación mexiquense de la Procuraduría General de la República en los que se da cuenta de la localización y aseguramiento de drogas que llegan al área de paquetería del Aeropuerto Internacional de Toluca.

Drogas incluso “raras” para este país como hachis se han decomisado semana a semana en acciones de revisión de paquetes en la aduana del aeropuerto de la capital mexiquense, lo que en sí debe considerarse como una buena acción de la autoridad ministerial federal.

Sin embargo, lo que queda como duda permanente es por qué no se hace nada por verificar los que envían esos paquetes y, sobre todo, a quién se le envían en la capital del Estado de México.

¿quién envía y a quién van dirigidas las drogas decomisadas en el Aeropuerto Internacional de Toluca?

Se supone que cada envío por paquetería tiene un destinatario, una dirección, así como también los datos completos de quien envía, porque esos son requisitos fundamentales para cualquiera que desee hacer un envío a cualquier parte del mundo.

Entonces ¿de dónde provienen esos paquetes de drogas? ¿Quién los manda? Y, sobre todo, ¿a quién se le envían? Esas son preguntas básicas que a estas alturas del partido ya deberíamos haber respondido.

Detener esos paquetes a su arribo a territorio mexiquense, específicamente a la terminal aérea de la ciudad de Toluca sí es un buen paso, pero que no sería mejor saber qué hay detrás de todo ello, y también determinar quién en esta ciudad está siendo “beneficiado” con ese tipo de envíos.

Qué bueno que la representación de la Procuraduría General de la República sea capaz de frenar el ingreso de esos paquetes que contienen drogas, qué bueno que lo haga, pero para que la labor se complete ¿qué no haría falta determinar esos asuntos tan simples como quién lo envía y a quién se le envía?

No creo que sea tan difícil montar un operativo serio de investigación, incluso de manera coordinada con las empresas de paquetería que están siendo utilizadas para este tipo de envíos, con lo que la pinza se cerraría de forma definitiva, y en una de esa damos un paso más serio en el combate del narcotráfico como flagelo que tanto afecta a la sociedad mexicana.

Es una cuestión de simple voluntad de hacer bien y completas las cosas, y no solamente dar “golpes” mediáticos que en poco o nada contribuyen a que este territorio se siga inundando de sustancias que envenenan a una sociedad que aspira a internacionalizarse en el comercio, pero no de ese tipo de productos. ¿O no?

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