Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

Se le coló…

 

La presidenta estatal del Partido Revolucionario Institucional, Alejandra del Moral Vela, dejó ver, nuevamente, la falta de tacto político y su limitada capacidad de operación. Casi le entrega la iglesia a Lutero, y de plano hasta alfombra roja le puso a quien bien podría convertirse en su último peldaño para su caída al fondo del precipicio político.

Con bombo y platillo Juan Pedro García Martínez, quien se dice dirigente de algo autodenominado como Asociación Nacional Unidad Revolucionaria (ANUR), se apresuró a difundir a través de medios formales e informales el hecho de que la señora Alejandra del Moral Vela ya le dio oficina en el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional.

Esto no tendría mucho de especial porque en el mismo edificio del PRI hay más de 20 organizaciones que tienen por lo menos un despacho para operar desde ahí, pero lo interesante de este cuento es que la oficina se la entregaron a Juan Pedro García Martínez, el mismo que hace unos días gritaba a los cuatro vientos que su tiempo en el PRI se había acabado.

García Martínez se encargó entonces de que el equipo que tiene para manejar su imagen personal, al cual por cierto no le paga sino vive de promesas desde hace más de dos años, difundiera a través de medios impresos, electrónicos y digitales su “disgusto” porque, según él, había sido maltratado por los priistas, además de que arremetió en contra también del círculo de colaboradores cercanos del mandatario mexiquense, donde uno que otro no se salvó de calificativos como “chambitas”.

Juan Pedro García Martínez aprovecho la «inocencia» de Alejandra del Moral para penetrar el partido político del que hace unos meses tanto renegó.

Causa hilaridad observar a este tipo de “priistas” como primero patean la ubre que les mantiene vivos y luego, cuando se les acaba el berrinche llegan hasta haciendo fiesta para congratularse con el partido político al que en realidad le deben todo.

¿Qué pasó? ¿Pues no que muy machito? ¿Será que fuera del PRI le dio frío al supuesto dirigente del mamotreto mal llamado Asociación Nacional Unidad Revolucionaria, organización que, por cierto, ni siquiera tiene cobertura en todo el Estado de México, y mucho menos en todo el país, como para decirse “nacional”.

Sin embargo, bueno, pues es evidente que don Juan Pedro García Martínez “novateó”, una vez más, a la señora que cobra como presidenta provisional del Partido Revolucionario Institucional, quien evidentemente no sabe el tamaño de alacrán que se está echando al cuello, pero, ni modo, ahora hasta oficina le prestó para que desde dentro opere a favor, o en contra del mismo PRI, como ya lo ha hecho en un pasado no tan distante, por cierto.

No sé por qué la estampa del arribo de Juan Pedro García Martínez me recordó tanto a los tiempos en que regresaba al Revolucionario Institucional el también berrinchudo Isidro Pastor Medrano, y todo lo que sucedió después hasta apoderarse del PRI mexiquense, al que convirtió en toda una novedad en su etapa de “comandante” en jefe, ese que repartía canastas de huevos y tenis a los priistas, para hacerlos trabajar mucho, con pocos recursos.

Palabras más o palabras menos eso es lo que sigue en el PRI mexiquense, porque García Martínez es cualquier cosa, menos tonto, y hay que reconocer su capacidad para convencer a todo “inocente” que se deje, y si no me creen nada más revisen a cuántos les debe todavía de la campaña proselitista del año 2017, donde andaba por las calles asegurando que, “una vez que lleguemos al gobierno, les vamos a pagar a todos”. Lo cual, evidentemente, no sucedió.

Pero así son las cosas hoy en el Partido Revolucionario Institucional, donde en lugar de un exorcismo, el cual les urge, prefirieron convocar al diablo mismo. Esperemos que no se los trague tan feo, porque es un hecho que Juan Pedro no llegó a ese edificio a hacer política a favor del PRI, sino todo lo contrario, él lo único que busca es su encumbramiento personal, a él le urge el ascenso, ya está cansado de tantos intentos frustrados, y como a nivel gubernamental no pudo figurar debido a sus rabietas, encontronazos y traspiés, pues ahora es el partido político que en otros tiempos fue poderoso desde donde piensa subir a la cima.

No está mal aprovechar las capacidades políticas de un personaje así, porque las tiene, eso hay que reconocerlo, pero para eso se necesita alguien verdaderamente astuto, experimentado, capaz, y nada de eso es quien ahora preside el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional.

 

Ya salió la verdad…

 

Durante los últimos dos años el doctor en derecho José Oscar Valdés Ramírez se movió en el Estado de México detrás de una piel muy fina de oveja, dando muestra de sus capacidades jurídicas en la defensa de causas que parecían ser totalmente a favor de los ciudadanos, como alguien verdaderamente interesado en servir a la sociedad.

Así enfrentó la imposición de notarios públicos que hizo antes de concluir su sexenio el ex gobernador Eruviel Ávila Villegas, vía amparos, los cuales ganó y se convirtió en noticia nacional.

Igual enfrentó jurídicamente varias causas ciudadanas que parecían perdidas y que sí fue capaz de enderezar a favor de los demandantes.

José Oscar Valdez Ramírez, antes defendía las causas ciudadanas, ahora las de Elba Esther Gordillo Morales.

Se aventó la puntada Valdez Ramírez de producir amparos que regaló en contra de diversas decisiones unilaterales de la autoridad estatal, incluso en contra de las llamadas fotomultas que tanto perjudicaron la economía de miles de ciudadanos del Estado de México.

Sin embargo, ayer mostró lo que verdaderamente había detrás de tan “bondadosa” actuación a favor de las causas ciudadanas.

José Oscar Valdez Ramírez oficialmente se presentó como coordinador estatal de algo identificado como Redes Sociales Progresistas, que no es otra cosa que una de esas miles de organizaciones “sociales”, que luego se transforman en políticas, para dar como resultado partidos políticos “patito”, de esos que en la última década hemos visto nacer y también morir, no sin antes servir de plataforma para que algunos se vuelvan millonarios.

Sin embargo, lo más destacado es que detrás de la creación de ese nuevo partido político está nada más ni nada menos que la célebre profesora Elba Esther Gordillo Morales, la eterna dirigente “moral” de lo que queda del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación “SNTE), la misma que antes ya creó al partido Nueva Alianza, el cual, por cierto, vendió a favor del Movimiento de Regeneración Nacional a cambio de su libertad en la pasada elección presidencial.

Así es que el destacado jurista, a quien conocimos como uno de los más logrados adalides de la justicia a favor de la sociedad, ahora se aliará con algo de lo más cuestionable de la política nacional de los últimos tiempos, la profesora Elba Esther Gordillo Morales, a quien no solamente se le relaciona con manejos turbios de los recursos económicos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, sino quien ha hecho gala de su fortuna de forma pública, la cual, aseguró no hace mucho, que es resultado de una “herencia” millonaria que le dejó su madre, aun cuando estamos hablando de una humilde mujer oaxaqueña que en su momento, dicen los que la conocieron, apenas tuvo para dar de comer a sus hijas, entre ellas la profesora Gordillo Morales.

Así es que ahora en lugar de defender a capa y espada a los más pobres, el doctor en derecho estará representando y defendiendo las causas de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, quien puede ser cualquier cosa, menos ejemplo de legalidad, y eso está visto.

Qué lástima, parece que perdimos a un buen luchador social para dar lugar a un defensor de causas perdidas, sobre todo de alguien a quien se ubica precisamente entre los más odiados del pueblo de México.

Deseamos de corazón que tenga éxito el doctor en derecho en el intento de crear su nuevo partido político de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, y evidentemente que el futuro político le favorezca, pues si uno es capaz de vender el alma al mismo diablo, por lo menos tiene uno que recibir algo bueno a cambio.

 

¿Cárceles privadas?

 

Hay un rumor cada vez más sonoro en los pasillos de la política mexiquense que hace referencia a un plan para la privatización de las cárceles que operan en el Estado de México, bajo un modelo muy cercano al que existe en naciones de avanzada como los Estados Unidos de América.

En realidad no está nada descabellada la idea, ya que se trata de una forma de operar las penitenciarías que sí da resultados en otras latitudes, por lo que no tendría nada de extraño que aquí también pudiera operar.

De acuerdo a la propuesta que ya se encuentra en estudio en la Secretaría General de Gobierno, que encabeza Alejandro Ozuna Rivero, la administración estatal prácticamente subastaría a empresas interesadas en explorar esta veta de oportunidad de negocio la administración de las cárceles.

El objetivo principal es hacer de los ahora mal llamados Centros de Prevención y Reinserción Social algo más productivo de lo que ahora son, sobre todo si se toma en cuenta que aquí las cárceles son una especie de botes de basura a los que se avienta el dinero a manos llenas para la manutención de los delincuentes, sin que eso genere ni un solo peso.

En otras naciones, las cárceles son centros verdaderamente productivos, a partir de la llamada industria penitenciaria que no es otra cosa que poner a trabajar a los presos, pero también bajo esquemas de desarrollo que han demostrado que son viables de operar.

Privatizar las cárceles mexiquenses, probable solución a la corrupción y pésima administración que impera en esos centros.

En estados norteamericanos como Nueva York o Wisconsin, ni un preso le cuesta al gobierno federal ni a los estatales, por el contrario, cada uno de los internos genera lo necesario para su mantenimiento, participa en las actividades cotidianas que aquí le cuestan al Estado, desde la producción de sus alimentos hasta la limpieza de los inmuebles, y, más todavía, más de las tres cuartas partes de los presos generan economía desde su reclusión.

El resto de los presos no produce porque se encuentran en condiciones extremas de seguridad, aislamiento, donde no es viable ponerlos a trabajar, pero aun en esa situación las empresas que administran esas cárceles sí son capaces de hacerlos producir, aunque sea para sí mismos.

Pues algo así es lo que suena en los pasillos de la política mexiquense, aunque hay que reconocer que para que eso ocurra se necesitan decisiones firmes para obtener resultados fuertes, porque sería necesaria una reforma legal de fondo de todo el sistema penitenciario.

Hay que hacer énfasis en esta parte que la eventual “privatización” o “concesión” de las cárceles no implicaría de modo alguno ceder parte de la administración de la justicia, dado que en lugares donde esto ya ocurre, esa parte está en manos precisamente del Poder Judicial, el cual, por cierto, también sale ganando en el proceso, porque incluso las sentencias y los procesos penales tienen un valor, el cual paga a final de cuentas el sentenciado.

Si usted cree que el llamado juicio del siglo que enfrentó Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán, lo pagará alguna instancia gubernamental de los Estados Unidos de América, pues está usted equivocado, todo eso se cobra, y el sentenciado deberá devolver a la corte todo lo que se invirtió en tener, por ejemplo, en un hotel de buena clase a los miembros del jurado, aislados, con alimentación y manutención durante los meses que duró el proceso. De eso se trata a final de cuentas, que no se siga gastando a lo tonto en algo que no tenga regreso social ni económico para el país, y en este caso para el  Estado de México.

Ojalá se animen. El Estado de México se pondría a la vanguardia nacional en esta materia y existe la posibilidad de pasar de ser uno de los sistemas carcelarios más corruptos, mal administrados y malogrado del país, a ser ejemplo de lo bien que se pueden hacer las cosas cuando entra la técnica, la ciencia y la especialización de funciones en un esquema como este.

 

La última y nos vamos…

 

Todavía no sale de una cundo ya le viene la otra al dirigente del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, José Manuel Uribe Navarrete.

El accidentado inicio de la gestión del nuevo dirigente de los maestros estatales de esta entidad tendrá un nuevo capítulo en el mes de marzo, justo cuando se llegue el tiempo legal para la renovación de las representaciones sindicales en las delegaciones en las que está dividido ese sindicato a nivel estatal.

A José Manuel Uribe Navarrete ¿le falta callo y malicia?

El estatuto del sindicato que agrupa a más de 100 mil profesores mexiquenses indica que marzo es la fecha para renovar las llamadas delegaciones sindicales, lo cual deberá realizarse a través de un proceso abierto, democrático, en el cual podrán participar todos los interesados.

Ya ahí radica el problema para Uribe Navarrete, quien, dicen, no ha tenido la oportunidad de cauterizar todas las heridas que quedaron abiertas desde la elección de dirigente estatal de la cual él surgió como secretario general del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, por lo que tiene todavía muchos “rivales” a lo largo y ancho del territorio estatal, los cuales ya se apuran a integrar sus respectivas planillas para hacer frente al dirigente estatal.

Es evidente que a Uribe Navarrete le hace falta todavía control político en la central sindical que encabeza, todavía no tiene todos los hilos amarrados, de ahí la preocupación latente en la estructura política del SMSEM, la cual nuevamente se tambalea.

A Uribe Navarrete le urge respaldo, carece de operadores confiables que se echen al hombro la cada vez más cercana elección de representantes sindicales delegacionales, proceso que, si se le sale de las manos, terminará padeciendo el resto de los cuatro años por los que fue electo secretario general del importante sindicato magisterial.

“Le falta callo y malicia”, dicen quienes observan desde fuera lo que hoy ocurre en un Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México que parece mudo, cuadripléjico, que sigue vivo por la inercia de una estructura de más de cien mil integrantes, pero que verdaderamente no muestra ni músculo ni cerebro capaz de reanimarlo. ¿O no?

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