- Iniciativa de supervisora escolar abrió nuevamente la posibilidad de estudiar a niños que carecen de tecnología e internet en Zinacantepec
Grupo Puntual / José Contreras Contreras
ZINACANTEPEC, México, 22 de Septiembre de 2020.- El ciclo escolar anterior (2019-2020) César Ulises Ramos Carmona fue el mejor alumno del sexto grado de la escuela primaria Revolución Mexicana, en el municipio de Zinacantepec, por lo que calificó para representar a su comunidad en un concurso de aprovechamiento académico, pero no podrá hacerlo porque el certamen ahora será “virtual”, y en su casa no hay dinero para una computadora, una tableta electrónica o por lo menos un teléfono celular inteligente para conectarse al certamen.
Pero esa triste realidad no es exclusiva de César Ulises, en realidad es una condición que afecta a cientos, tal vez miles, de alumnos mexiquenses que están siendo marginados de la educación por falta de dinero para participar en la versión mexicana de “Aprende en Casa” que puso en operación la Secretaría de Educación Pública (SEP), en coordinación con autoridades estatales para dar continuidad al ciclo escolar, pero desde el hogar, para evitar más contagios de COVID-19.
“En casa, no hay para comer y mucho menos para adquirir equipo de cómputo, y ni soñando contratar el internet”, reconocen alumnos de zonas marginadas que tratan de continuar con sus estudios a distancia, a pesar de no tener radio ni televisión, mucho menos celular, iPad o computadora, son niños y jóvenes cuya situación económica les impide hacer uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, para recibir clases de forma virtual debido a la pandemia por el Covid-19.
Gracias a sus buenas calificaciones, César Ulises participaría en un concurso de conocimientos que se llevará a cabo de forma virtual; sin embargo, a pesar de tener todas las ganas y la capacidad para hacer un buen papel en la prueba en la que se enfrentará a los mejores estudiantes de otras escuelas, no solo de su municipio sino de Toluca, Almoloya, Otzolotepec y Xonacatlán, no tiene computadora ni internet.
Esta situación llevó a sus maestros, encabezados por la supervisora de la zona escolar, Amelia Cruz Vega, a tocar la puerta de amigos, familiares y toda persona que pudiera donar radios, televisiones, computadoras de escritorio, laptops, iPads, celulares, útiles, libros e incluso ropa y juguetes, con los que estudiantes sobresalientes de escasos recursos pudieran continuar estudiando a la distancia.
“La respuesta ha sido excelente, comprobamos que existen personas a las que incluso sin conocer, están dispuestas a colaborar y donar equipo de cómputo, celulares, libros, útiles, en excelente estado que hemos entregado a decenas de niños que asisten a escuelas ubicadas en La Peñuela, Raíces, San Pedro Tejalpa, Barrio de la Veracruz, San Antonio Acahualco, entre otras comunidades del municipio de Zinacantepec”, comentó Amelia Cruz.
César, como muchos otros niños recibió equipo de cómputo, en su caso fue una MacBook Pro que aprendió a manejar con gran facilidad. “No me esperaba este regalo, muchas gracias a quien me lo manda, me encantó, no pensé que pudiera tener una, por supuesto que le daré un buen uso, de entrada me permitirá participar en el concurso y prometo que pondré todo mi empeño y esfuerzo para salir bien”, dijo emocionado mientras encendía la computadora y se familiarizaba con ésta.
César cursa actualmente el primero de secundaria y utiliza el celular de su mamá para tomar clases; sin embargo, reconoce que es complicado enviar sus tareas e incluso participar en las clases, por lo que la computadora le facilitará el trabajo y le permitirá aprender mejor.
Tras reconocer que la computadora también la utilizará de entretenimiento, pero solo unas cuantas horas a la semana, comentó “quiero ser Paleontólogo o Zoólogo, porque el estudio de los fósiles me gusta mucho, tengo varios libros en los que he aprendido bastante sobre esto, pero también de la flora y la fauna”, dijo con facilidad de palabra y convicción.
Edith Jazmín García, mamá de César, dijo estar muy orgullosa de su hijo. “Toda esta situación por el coronavirus ha sido muy difícil, sobre todo para los estudiantes; sin embargo, teniendo una computadora todo será más fácil y en casa haremos el esfuerzo por contratar internet. No contamos con recursos para comprar una computadora, por lo que no tengo palabras para agradecer este apoyo, de verdad, que mi hijo lo aprovechará al máximo”.
Dulce Adileno Sabino González, es alumna del quinto grado y Yolitzin Itzamara de tercero de primaria, ambas estudian en la Escuela General Ignacio Zaragoza, en San Antonio Acahualco, cada una recibió una computadora que aseguran es el mejor regalo que hayan tenido y que les ayudará a cumplir el sueño de ser maestras algún día. Por tratarse de un evento especial, las dos portaron su uniforme impecable y desde muy temprano esperaron la llegada de su equipo.
Las dos pequeñas tomaban clases con un celular que fallaba a menudo, en el caso de Yolitzin debía compartirlo también con su dos hermanos, por lo que era difícil tener las asesorías y mandar las tareas, reconoce su mamá, Maribel de Alejandro Galván: “estoy mucho muy contenta, en casa no tenemos posibilidades de tener una computadora y este es un gran beneficio para mis tres hijos de sexto, cuarto y tercero de primaria, de verdad, gracias por este gesto, la computadora si nos hace mucha falta, somos una familia de bajos recursos y no teníamos siquiera para otro celular”, indicó.
Samuel Martínez Hernández, maestro de Dulce, explicó a su alumna cómo usar la computadora y señaló “a veces es difícil poder comunicarnos con los niños porque no cuentan con equipo que lo permita, independientemente de la pandemia que estamos viviendo deben de comenzar a desarrollar las habilidades tecnológicas, porque vivimos en un mundo globalizado y una computadora les permitirá acercarse a una nueva realidad. Elegimos a Dulce para recibir este apoyo por sus cualidades, es una alumna ejemplar, presenta un buen desempeño escolar, pero se tardaba para enviar las tareas o en conectarse y era porque solo tenían un teléfono para varios pequeños y a veces el papá se lo llevaba para ir a trabajar. Esta es una gran ayuda, muchas gracias a las personas que envían los equipos para que los niños puedan continuar trabajando”.
Jorge Monterrubio, fue de las personas que se sumaron de forma decidida y desinteresada al acopio y donación de equipo de cómputo para alumnos de bajos recursos. “Vi un reportaje de una niña en el Estado de México que todos los días va a una plaza pública y desde su smart phone se conecta para tomar clases, mientras su mamá vende dulces. Me tocó el alma y me hizo reflexionar sobre cuántos niños se encuentran en esta situación y recordé que yo tenía equipo, ipads, computadora de escritorio y pensé que era más útil para los niños en estos momentos”, relató.
Fue así, detalló, como me contacté con Amelia Cruz que estaba haciendo algo para juntar equipo para niños de escasos recursos, después de hablar con ella, decidí hacer un diseño de convocatoria para invitar a conocidos e interesados, lo puse en redes sociales y eso fue todo, realmente no fue nada complicado.
“En el momento en el que puse el post, muchos amigos me comentaron que tenían equipo o material y ellos también me ayudaron a compartir, y de hecho recibí equipo de personas que ni conocía, entonces cuando se trata de ayudar y la gente conecta con la causa se logran grandes cosas”, apuntó.
“Saber que esto va a tocar el futuro de los niños que recibieron un equipo es completamente trascendental para mí, en algún momento nos toca que nos ayuden y siempre hay un momento que nos toca regresar el favor y este fue un pequeño granito de arena”, concluyó.