Obama se reunió con los líderes de Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y España, en lo que probablemente será su último encuentro de ese tipo antes de abandonar el cargo. La sesión hace seguimiento a extensas consultas que tuvo previamente con la canciller alemana Angela Merkel.

Desde que llegó Obama el miércoles, dialogó con Merkel sobre temas como la globalización y la cooperación transatlántica. Las conversaciones se dan en el contexto de la incertidumbre sobre qué implicará una presidencia de Trump para hallar la paz en lugares como Ucrania y Siria, para la fortaleza de la OTAN, el futuro de los acuerdos comerciales, el futuro de la lucha contra el cambio climático y otros temas acuciantes.

La Casa Blanca, en un resumen de lo tratado en la reunión, dijo que los líderes expresaron su grave preocupación por la situación humanitaria en Alepo. Acordaron que los ataques efectuados por el régimen sirio y sus aliados, como Rusia e Irán, deben cesar inmediatamente. Pidieron también que sea restaurado el acceso a la ciudad para las agencias humanitarias.

En cuanto a Ucrania, la Casa Blanca dijo que los líderes coincidieron en que las sanciones contra Rusia deben seguir vigentes hasta que Rusia cumpla con sus compromisos para poner fin al conflicto.

El jueves en una conferencia de prensa con Obama, Merkel fue diplomática al hablar sobre Trump, asegurando que lidiará con él «con una mente abierta».

A nivel mundial, muchos dirigentes están viendo a Merkel como futura líder después de que Obama abandone la presidencia, pues es una de las gobernantes con más veteranía, dirige una potencia mundial y su país es la principal economía de Europa y uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos.