Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Hay quien se empeña en ensuciar a toda costa el proceso de elección del nuevo Rector o Rectora de la UAEMex. No solamente se ensañan con la aspirante a través de una publicación en redes de dudosa procedencia, en la que ejercen una violencia de género que da pena ajena, sino que, además, ahora arman un penoso espectáculo en el que el aspirante aparece como todo un súper negociador, capaz de escuchar las demandas de presuntos estudiantes inconformes. Barrera se comprometió a cumplir con un pliego petitorio que tiene solicitudes que, excepto el tema de la erradicación de la violencia sexual, rayan en lo inverosímil. Esa es una posición tan electorera. La UAEMex merece algo más que golpes bajos.