Por: Antonio Huerta Gutiérrez
Una crisis nos ha llevado a otra desde el pasado 1 de diciembre cuando estrenamos gobierno federal. Las olas informativas se suceden unas a otras y quizá por tanta “marea” nos vamos olvidando de temas relevantes. ¿Qué pasó con el Tren Interurbano México-Toluca que debió estar funcionando desde hace como un año? ¿Quién va a pagar todo el tiempo de rezago que arrastra esa que pretendía ser la obra más importante de la pasada administración federal? ¿Será que todo el cemento que hoy cruza y ensucia nuestra ciudad de Toluca e invade carriles de la autopista a la capital del país se quedará ahí como un gran monumento a la ineficiencia y corrupción de Gerardo Ruiz Esparza, quien se hizo multimillonario desde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del país? Urgen respuestas.