Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Dicen que cuando no hay cabeza, el cuerpo muere solo, y eso es precisamente lo que hoy ocurre en el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional. La carencia de liderazgo del presidente estatal, Erik Sevilla Montes de Oca, tiene verdaderamente trastornado al priismo. Al interior el malestar va en aumento porque como nunca antes se vive una astringencia económica que provoca que coordinadores regionales, distritales y municipales estén prácticamente “abandonando el barco” ante la falta de salarios o compensaciones que no han recibido prácticamente en lo que va del año, lo que hace preguntarse: ¿Dónde va a parar el dinero de las prerrogativas que como instituto político recibe puntualmente cada mes del Instituto Electoral del Estado de México? En materia política, la disciplina anda a la deriva y ahora hasta el portero del edificio ya se pronuncia a favor o en contra de cualquiera de las y los aspirantes a la candidatura tricolor a la gubernatura.