Por: Antonio Huerta Gutiérrez

El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, demostró la novatez y evidenció que operar la política en Campeche no es lo mismo que hacerlo a nivel federal desde el edificio de Insurgentes Norte. Alguien le vendió “espejitos” y cayó redondito. ¿Conocerá en realidad quién es su nuevo Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional priista? Con “bombo y platillo” anunció la designación de Ricardo Aguilar Castillo, evidentemente sin consultar siquiera en Google quién es el todavía diputado federal. ¿Sabrá “Alito” sobre las deslealtades partidistas del oriundo de Jilotepec? ¿Alguien le habrá platicado de su célebre borrachera que acabó en aparatoso accidente el cual libró con “charola” en mano? Ya de menos alguien le debió platicar sobre el desastre financiero que dejó en el PRI mexiquense cuando fue presidente y del cual ese instituto político todavía no se recupera, y quizá nunca lo logre. Es un hecho que Enrique Peña Nieto retomó el control del PRI nacional, por interpósita persona. Con esos amigos, para qué quiere enemigos…