Grupo Puntual / Martha Romero
TOLUCA, México, 15 de Junio de 2021.- Jesús Gerardo García Olivares, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), informó que con la aplicación de técnicas tradicionales y herramientas moleculares de primera generación desarrolla un bioestimulante a partir de una bacteria, se plantea como una alternativa para mejorar la producción agrícola de manera sustentable al comprobar que mejora la calidad e incrementa el rendimiento hasta un 50 por ciento de cultivos como el maíz, sorgo, caña de azúcar y soya.
Destacó que durante 15 años ha estudiado diversas bacterias del género bacillus, sin embargo, enfocó sus estudios en bacillus safensis porque además de generar hormonas para promover el crecimiento de las plantas, es capaz de formar esporas que ayudan a establecer el bioestimulante en el campo y a potenciar su producción en vida de anaquel.
“Con el propósito de elaborar un producto económico, pero de alta calidad, obtuvimos la bacteria bacillus safensis de aislamientos de cepas nativas de suelos calcáreos y con ph alcalino, y a partir de lixiviados de lombriz se generó un medio de cultivo, el cual se activó mediante una fuente de carbono, se le ajustó el ph y se esterilizó para elaborar un producto de alta calidad inocuo a las semillas y de costo accesible para los agricultores”, explicó.
García Olivares detalló que durante la germinación el bioestimulante favorece el crecimiento de las raíces de la planta, lo cual se manifiesta en mayor altura y color y mejor fotosíntesis, por lo que cuando realizaron la evaluación de los efectos corroboraron que hubo una diferencia de media tonelada de rendimiento entre los cultivos que crecieron con y sin el producto biológico.
Informó que por la aportación que representa para mejorar la producción agrícola de manera sustentable, la patente del producto biológico está en trámite, por lo que cuando tengan el registro se transferirá la tecnología o se escalará a través de una biofábrica para ponerlo al alcance de los agricultores.
“Estamos convocando a las asociaciones de agricultores para escalar a nivel piloto el proyecto, se daría asesoría técnica para el licenciamiento y la transferencia de tecnología. En nuestra región hay aproximadamente un millón de hectáreas, para tener la capacidad de biofertilizar 200 mil bolsas de semillas requerimos de una empresa establecida que podemos incubar en el Politécnico, pero para cristalizar el proyecto solicitamos apoyo de los agricultores”, advirtió.
Por último, enfatizó que la producción del producto es totalmente rentable y el costo del tratamiento por costal de semilla sería de 80 a 100 pesos, además de que su aplicación es sencilla porque se coloca el saco de semilla en una lona y bastan 250 mililitros del producto para atomizarla, ahí mismo se revuelve y se deposita nuevamente en el costal.