EL PAÍS HOY

Ernesto Soto Paez

Cómo se ligan las mujeres al poder político, caso de Xóchitl Tress

En la historia del poder político nacional, cuando menos, desde que México se independizó de España, el sexo bello ha tenido muy cercanas relaciones con quienes fueron los máximos dirigentes mexicanos, así que la presunta relación sentimental de Javier Duarte con la atractiva ex funcionaria veracruzana, Xóchitl Tress y el dispendio en la compra de objetos de lujo para alagarla, no nos debe parecer extraña.

Xóchitl Tress aprovecho su momento histórico y sacó raja muy a su favor, tanto que uno de los posibles delitos que se le imputan es la extraña y veloz forma en que se enriqueció. Además, el caso de ella ilustra lo que alguien dijo alguna vez: “el poder político es sensual”.

Lo que sí es de llamar la atención fue su casi fresca sonrisa, cuando fue aprendida. Si en Duarte rayó en el cinismo, en ella fue como una mala imitación de quien la sacó de la pobreza. Hablando en plata, los sonrientes amigos lucieron un gesto cinematográfico, de utilería.

Lo que los amables lectores deben reconocer es que la Tress es muy guapa, luce un cuerpo escultural y por ello es que con estos atributos, cautiva a cualquier político y Duarte, al fin varón, cayó en las redes de esa atractiva rubia de pelo pintado.

En contraposición, Duarte la conquisto con cañonazos económicos que debilitarían cualquier muralla, pues se insiste, las propiedades que posee la señora no se adquieren con un sueldo, como empleada del estado.

Tampoco hay que ser injustos con la Tress, pues sería ilógico pensar que fue la única mujer en la vida de Duarte y que ella fue la beneficiaria total de esta forma de hacerse de casi toda la riqueza de Veracruz. Seguro que por allí andan otras féminas que fueron alcanzadas por la diosa fortuna, sin jugar a la lotería. De hecho ser gobernador, ya de por si atrae a las damas, entre otras personas, para recibir alguna ayuda, solucionar una situación anómala, qué se yo.

Pero, ya entrados en el tema, la esposa de Duarte, después de asegurar, también, su futuro económico, tomo rumbo a la libertad y anda en vías del divorcio. A ella también se le tiene en la mira por navegar en un mar de corrupción, aunque por el momento es presunta. Para ella no es problema los cargos que enfrenta su esposo, quiere vivir la vida y por el momento vacaciona en Europa.

Por supuesto, y sin asegurarlo bien a bien por aquello del debido proceso, el dinero que mantiene a la que fue la primera dama de Veracruz, en un alto nivel de vida, habría que investigarlo a fondo. Lo mismo se tiene que decir de la Tress, quien de simple funcionaria derivo en una mujer acaudalada.

En suma, son un mal ejemplo las dos damas que tuvieron una relación, no sólo de trabajo con Duarte, pues mientras ellas gozan de cabal salud, la entidad aun sigue en estado de quiebra y la mayor parte de su población lo pasa mal.

E-mail: sottopaeze@gmail.com

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