Grupo Puntual / Martha Romero
TOLUCA, México, 4 de Abril de 2019.- Con el propósito de dignificar las condiciones laborales de los docentes e investigadores, así como de los trabajadores administrativos, el diputado Benigno Martínez García, integrante del grupo parlamentario de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), presentó la primera iniciativa para reformar la Ley de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
La propuesta de ley que contempla aportaciones de universitarios, investigadores y docentes que integran la Red Universitaria por la Transformación, señala que al ser la Universidad Autónoma del Estado de México un organismo público descentralizado del Estado de México, contará con personalidad jurídica y patrimonio propios.
Martínez García señaló que la iniciativa propone que la Máxima Casa de Estudios “se encontrará dotada de plena autonomía en su régimen interior en todo lo concerniente a sus aspectos académico, técnico, de gobierno, administrativo y económico. Tendrá la responsabilidad de transparentar el uso de sus finanzas y recursos, y será fiscalizada anualmente”.
Indicó que debe tener como fin impartir la educación media superior y superior, llevar a cabo la investigación humanística, científica y tecnológica, difundir y extender los avances del humanismo, la ciencia, la tecnología, el arte y otras manifestaciones de la cultura.
“Propone crear el Consejo Electoral Universitario, debido a que en el transcurso del año se concluyen varios periodos de la representación de directores y Consejeros; y en su caso, cada cuatro años de Rector. Se propone que sea el Consejo Electoral Universitario el encargado de organizar las elecciones que correspondan, con base a los principios democráticos del sufragio universal, libre, igual, directo y secreto”, resaltó.
Martínez García resaltó que la ley actual de la Universidad y sus reformas tienen como antecedente más cercano la ley de 1978, donde quedó plasmado el sentir de los universitarios en relación al modelo de universidad que se requería de acuerdo al desarrollo social, científico, cultural y pedagógico de aquel momento, otorgándole a la universidad los instrumentos jurídicos para ser una institución acorde a los tiempos venideros, sin embargo, a cuarenta años, ese modelo jurídico y de universidad se agotó.