EL PAÍS HOY

Ernesto Soto Paez

 

Sismo del 19-S, ¿cuándo cerrará la herida?

 

Sin lugar a dudas, el sismo del 19 de septiembre de este 2017, le cayó como una maldición a México, fue un golpe que nos hirió y provocó graves daños en esta ciudad, en Puebla, Oaxaca y Chiapas, pero lo más grave es que el terror que provocó sigue vigente… marcó a toda una sociedad y quién sabe cuándo se cierre la herida.

Ese medio día se cumplían 32 años del macrosismo del 19 de septiembre de 1985, la ciudad se preparaba para conmemorar el evento con una serie de simulacros. Familiares de las victimas también conmemoraban el suceso con una serie de actos fúnebres. Pero sobrevino un nuevo sismo que mantuvo, hasta la fecha, en vilo al país.

Entonces, un grupo de damnificados que iba a protestar y exigir una vivienda después de tres décadas, guardó silencio y muchos de ellos se sumaron a los grupos de rescatistas. Porque, como ya se dijo, en esas aciagas horas la población civil se levantó como un solo brazo para apoyar a los afectados.

Aunque sigue el conteo lúgubre de los daños, de acuerdo con el censo realizado, en el estado de Chiapas se registraron 58 mil 366 viviendas con daños parciales o totales, mientras que en Oaxaca, sumaron 63 mil 335 casas con algún nivel de afectación, dando como resultado un total de 121 mil 701 viviendas que resultaron afectadas tras los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado.

En la Ciudad de México, los daños son incalculables, porque muchos dueños de inmuebles no quieren reportar las afectaciones que sufrieron, por miedo a que derrumben sus viviendas. El caso es que muchos afectados se quedaron en la calle y en la calle viven. Su ritmo de vida se interrumpió abruptamente y no ven en el corto plazo que les restituyan sus hogares.

Otros vivales presentaron documentación falsa y se hicieron de dinero que no les pertenecía; otros sí lo aplicaron, pero fueron los menos. El gobierno de la ciudad no ha cubierto al total de dañificados, porque son miles y no ha puesto especial énfasis en darle salida a tal problemática.

Como sucede en México, hasta las desgracias les sirven a los políticos para prometer solucionarlas. Antes de que se definieran precandidatos para las elecciones del 2018, muchos funcionarios se comprometieron a darle una solución a los damnificados, pero en el mejor de los casos muy pocos han alcanzado el beneficio de tener apoyos para rentar una vivienda, y son menos los que pudieran acceder a un departamento  nuevo.

En esta ciudad capital, el problema principal es reconstruir muchas edificaciones, darle cobijo a los desamparados, pero eso ya es agua pasada para las autoridades citadinas, pues su gobernador, el doctor Mancera ya se va, de hecho hace meses que ya tenía la mira en la Silla Presidencial y no estaba. Mancera fracasó en sus proyecciones presidenciales y se irá sin pena ni gloria. Lo grave es que se va y deja el problema.

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