Ernesto Soto Paez
Números negros que engañan
Los números negro de que presumen el gobierno, y las instituciones que se encargan de medir los índices económicos, se contraponen a la realidad que viven millones de mexicanos, quienes cotidianamente enfrentan al fantasma de la pobreza extrema. El presidente Peña Nieto, habla elogiosamente de los repuntes financieros que ha tenido en su sexenio, se vanagloria en foros e inauguraciones de equis actividades empresariales, pero de pronto salta una liebre que desmiente sus palabras o las de sus empleados de gobierno.
En medio de toda esta barahúnda peñanietista, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), habla de otro país, donde en tan sólo un año, el número de sus habitantes no puede adquirir con su salario la canasta alimentaria básica, la cual disminuyó de 49 millones 800 mil 87 personas a 48 millones 973 mil 284. Es algo ilógico respecto al discurso oficial, que momento a momento, hace cuentas alegres de un México idealizado, pero que no alcanza a cubrir la realidad.
Al respecto hay un dato sobre el estado de Oaxaca: siete de cada 10 empleos son informales por su pobreza laboral; pero a nivel nacional, el 41.7 por ciento de los mexicanos no les alcanza para comprar la canasta básica, lo que implica que la baja de la pobreza laboral y el crecimiento económico no siempre van de la mano.
Así que según el Coneval, además de haber disminuido el número de personas en pobreza laboral, el porcentaje es “el más bajo observado en los últimos cuatro años, pero aún está muy lejos del mínimo alcanzado en el país desde que se tienen datos, 32.6 por ciento en el segundo trimestre de 2006“.
Esto no es más que una situación de espejismo que trata de borrar, de momento, que “el 40 por ciento de la población no puede adquirir la canasta alimentaria básica aún si dedica todo su salario para ello”… Diez estados tienen un porcentaje de pobreza laboral superior al nacional: Chiapas, Guerrero y Oaxaca encabezan la lista con 67.6 porciento, 63.5 por ciento y 62.7 por ciento de su población sin el ingreso proveniente del trabajo suficiente para adquirir la canasta alimentaria respectivamente.
Sin embargo, en Chiapas como Guerrero, la proporción disminuyó en 1.8 y 0.8 puntos porcentuales respectivamente, a comparación del mismo trimestre de 2015. En Oaxaca, al contrario, el porcentaje aumentó en 0.8 puntos, y agrega el Coneval, que los estados con el menor porcentaje de población en pobreza laboral al tercer trimestre del año son Baja California Sur, Baja California y Chihuahua, donde 20.9 por ciento, 23 por ciento y 23.5 por ciento de la población en los estados respectivamente viven bajo esta condición.
Es decir, dados los tiempos de crisis económica que se viven, nadie en México puede alegrarse por estas cifras maquilladas de negro, porque pueden engañar un momento, pero no siempre. Son dígitos que hablan de otro país, otro México, otra nación que se cimbra con las alzas a la canasta básica, que la llevan a las nubes.
Así que al siguiente momento las cifras alegres se caen por su propia falsedad, y aunque el Coneval, quiera darles un toque de sobriedad, sobre todo cuando los
mexicanos vemos al interior de nuestros bolsillos y hallamos solamente moneditas de 50 centavos y no pesos, cuando la crisis nos hace buscar dígitos más altos.