El presidente ruso, Vladímir Putin, conocido por su amor a los animales, se volvió a vestir hoy la ropa de camuflaje, en esta ocasión para poner en libertad a una docena de caballos salvajes mongoles.
Putin fue el encargado de atraer a los caballos con un cubo con grano para que abandonaran la jaula en la que vivían en cautividad y se adentraran sin miedo en la reserva.
El jefe del Kremlin recordó que este no es el único programa de recuperación de especies salvajes, ya que recientemente tuvo lugar el retorno al Cáucaso ruso de tres ejemplares de leopardo persa nacidos en cautividad.
Desde que llegara el Kremlin, Putin ha participado en numerosas expediciones para el cuidado de la fauna rusa, sea con tigres, leopardos, alces o grullas, a las que incluso «enseñó» a migrar en 2012 a bordo de un ala delta, siempre con amplia cobertura mediática.