Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

No saben ganar

 

A pesar de la contundente victoria que obtuvieron en las urnas el pasado domingo en la elección constitucional, los miembros del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no han demostrado una altura política respetable, por el contrario, parece que simplemente no saben ganar, como antes no supieron perder.

La mayoría de los candidatos que no obtuvieron triunfos electorales, por lo menos del Partido Revolucionario Institucional, tuvieron la entereza y altura de miras de dar la cara, aceptar la derrota e incluso felicitar a quienes los votos los eligieron como próximos presidentes municipales o diputados locales.

Pero los de Morena no, al contrario, en los dos o tres municipios donde los triunfos o derrotas no fueron suficientemente claras volvieron a las andadas para intentar “incendiar” esta entidad con movilizaciones, bloqueos de juntas municipales o distritales, y cualquier tipo de expresión que ponga presión a la autoridad electoral que comenzó el trabajo de cómputo de los votos emitidos en la elección del domingo.

Desde las 08:00 de la mañana de ayer miércoles las juntas municipales y distritales electorales comenzaron el trabajo de conteo de los sufragios, última etapa de la elección constitucional que corresponde a la autoridad electoral, al Instituto Electoral del Estado de México, para ser exactos, porque lo que sigue será ya en la cancha de los tribunales estatal y federal en materia electoral.

Pero los malos políticos volvieron a las andadas, no quedaron contentos con los resultados que arrojó el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), por lo que arrancaron las movilizaciones, bloqueos y todo tipo de desmanes para presionar a la autoridad, con miras en todos los casos de que reviertan los resultados hasta que éstos les favorezcan.

El municipio que comenzó con este tipo de expresiones poselectorales fue Villa del Carbón, donde incluso se llegó al enfrentamiento violento desde la misma noche del domingo 1 de julio, cuando las mesas electorales comenzaron a publicar las listas de resultados, las llamadas sábanas, y éstas no traían los resultados que ellos querían para su causa.

Así vinieron los primeros brotes de violencia poselectoral que causaron comezón entre la sociedad del Estado de México, la cual, por cierto, dio muestra de su madurez política al participar de forma copiosa en la votación, pero, parece, los partidos políticos no les importó esa muestra de civismo y comenzaron a recurrir a los recursos más trogloditas posibles como el enfrentamiento, intento de robo de urnas y hasta ataques a las autoridades electorales.

Esa situación causó que para este miércoles, cuando iniciaron los cómputos municipales y distritales, la autoridad electoral determinó trasladar el conteo de los votos a una sede alterna, a un lugar más seguro que no pueda ser violentado como lo hicieron allá en Villa del Carbón, por lo que se trajeron a Toluca todos los paquetes electorales y a todos los funcionarios electorales y representantes de partidos políticos con el único fin de realizar en condiciones de seguridad ese conteo.

Mientras, en Naucalpan de Juárez, la noche del lunes comenzó a circular en internet, tanto en Facebook como en Twitter, llamados de la candidata de Morena, Patricia Durán Reveles, para acudir a “vigilar” la Junta Municipal Electoral, para, según ella, “no permitir un fraude electoral”. Eso provocó que desde las cinco de la madrugada de este miércoles 4 de julio, un grupo de personas comenzó a rodear las instalaciones de esa sede electoral, lo que impidió el acceso de los funcionarios electorales que intentaban realizar el cómputo de los votos.

La situación se puso tensa por más de cinco horas, ya que esas personas, a las que nunca se les identificó plenamente con ningún partido político, provocaron que el cómputo no comenzara a tiempo y fuera hasta pasada la una de la tarde que se retiraron y permitieron que el personal electoral y los representantes de partidos políticos ingresaran a la junta para comenzar el arduo trabajo de contabilizar más de mil casillas que se instalaron en Naucalpan de Juárez.

En la sesión permanente de seguimiento de los cómputos municipales y distritales que se realizaba paralelamente en la sede central del IEEM, en Toluca, Ricardo Moreno Bastida, representante de Morena ante la autoridad electoral, aseguró que esas personas que obstaculizaron el cómputo en Naucalpan no eran de su partido político, y responsabilizó al presidente municipal con licencia de esa localidad, Edgar Olvera Higuera, de intentar desestabilizar ese procedimiento y ser él quien envió a esa gente a apoderarse de las instalaciones de la Junta Municipal Electoral.

La versión de Moreno Bastida realmente no es tan descabellada, pues al parecer los resultados electorales sí favorecen al Movimiento de Regeneración Nacional, en la persona de la ex panista Patricia Durán Reveles, por lo que según esto Edgar Olvera Higuera lo que buscaba era invalidad la elección para dar una segunda oportunidad a su candidato, Alfredo Oropeza, a ver si en una segunda vuelta podían ganar la presidencia municipal para el Partido Acción Nacional o el Frente por el Estado de México, en el que trabajaron en coalición con el PRD y Movimiento Ciudadano.

La sesión de cómputo sí se llevó a cabo en Naucalpan, aunque a destiempo, por lo que el resultado oficial de esa elección bien podría arrojarse hasta las primeras horas de este jueves, y sea cual sea el resultado, podemos estar seguros de que no quedará ahí la discusión y el enfrentamiento, pues al parecer ni PAN ni Morena están dispuestos a ceder ese espacio considerado como la “Joya de la Corona” del Valle de México, pues hay que recordar que Naucalpan de Juárez es uno de los municipios que maneja uno de los presupuestos más grandes de todo el país, por lo que lucharán con uñas y dientes para hacerse del gobierno de esa localidad.

Donde también se registran enfrentamientos poselectorales es en Valle de Bravo, el otrora pacífico municipio está convulsionado en las últimas horas gracias a que la candidata de Morena, Michelle Núñez Ponce no acepta de modo alguno una eventual derrota en la elección del pasado domingo, por lo que desde el martes convocó a una gran movilización en las empedradas calles de esa turística localidad para amenazar de que no permitirán que el PRI los vuelva a gobernar.

Lo destacado de ese movimiento sería que al mismo ya se sumaron los representantes, militantes y candidatos del Partido Verde Ecologista y de Nueva Alianza, antes socios del PRI, partidos políticos que evidentemente buscan venganza del maltrato que recibieron del presidente estatal del Revolucionario Institucional, Ernesto Nemer Álvarez, cuando decidió romper la histórica alianza de esos tres partidos e ir sin su apoyo en la elección del primero de julio.

Hoy el señor Nemer Álvarez está recibiendo el pago de esas decisiones y de esos tratos, por lo que quienes antes apoyaban a su instituto político, el PRI, ahora marchan en su contra y presionan a la autoridad electoral para que se revise hasta el último voto en un cómputo total de los sufragios emitidos el pasado domingo allá en Valle de Bravo.

Ahí lo destacado es que en la sesión de seguimiento a los cómputos municipales y distritales, el representante de Morena, Ricardo Moreno Bastida, sí fue capaz de comprobar públicamente que entre el primero y segundo lugares de esa elección; es decir, PRI y Morena, de acuerdo con los resultados preelectorales, no existe una diferencia ni siquiera de 1 punto porcentual, por lo que, de acuerdo con la ley electoral, sí existe el supuesto que permite el recuento total de los sufragios emitidos por los ciudadanos.

Las cosas ahí se pondrán interesantes, primero, porque sería el primer caso de tal magnitud que se presenta en la reciente elección, lo que implicará un esfuerzo electoral todavía mayor, pues habrá que abrir todas las casillas que se concentraron en la Junta Municipal Electoral y recontarlos, lo que seguramente arrojará muchas “cochinadas” que ya han sido denunciadas previamente, como el hecho de que hay por lo menos tres casillas en las que el partido Morena aparece con cero votos, lo que no les cree nadie.

El recuento de todos los votos seguramente arrojará un resultado distinto al que de forma preliminar se tiene hasta el momento, sin que hoy podamos asegurar a favor de qué partido será, pero de que cambiará, de eso podemos estar seguros. Tendremos que esperar primero que se aplique la ley y los miembros de esa junta municipal realicen el cómputo total, y, una vez que éste se concrete, veremos quién ganó en realidad, para luego tener que entrar al ámbito de las explicaciones y ver por qué se hicieron marrullerías para tratar de favorecer a alguna fuerza política.

Así está el panorama poselectoral en este momento, lo que evidencia una sola cosa, los actores políticos quedaron muy por debajo de la calidad cívica que los ciudadanos demostraron el pasado domingo, a todas luces se observa que a pesar de una votación ejemplar, todavía hay viejas prácticas que ensucian y prostituyen lo que parecía haber sido una elección ejemplar.

Qué pena que los partidos y los políticos sean evidenciados de esta forma y que quede demostrado que el sistema electoral mexicano, y en particular el mexiquense, han avanzado de manera muy importante, pero que mientras los actores políticos sean los mismos, tenemos el riesgo de preservar las mismas porquerías que han envilecido el noble nombre de la democracia.

 

La migración política inversa

 

Uno de los fenómenos que desembocará el resultado de la elección del pasado domingo será la migración inversa al Estado de México. No se trata de otra cosa que el casi seguro regreso de cuentos de políticos mexiquenses que hace casi seis años se fueron a la Ciudad de México envueltos en el equipo de Enrique Peña Nieto y llevan el mismo tiempo como funcionarios federales, los cuales se quedarán sin fuente de empleo a partir del 1 de diciembre, cuando asuma la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador.

Nadie tiene una cifra exacta de cuántos son, pero lo que sí se sabe es que son muchos los que están todavía insertos no solamente en el staff de la Presidencia de la República, sino que su presencia se extiende por todas las dependencias del gobierno federal, desde las más bajas posiciones hasta la titularidad de algunas de esas dependencias.

Por ello, se espera que a partir del 1 de diciembre regresen al Estado de México, particularmente a Toluca, cientos de esos burócratas que no saben hacer otra cosa más que pertenecer a una estructura gubernamental, en la cual, por cierto, no han demostrado ser muy eficientes.

La apuesta de muchos de esos burócratas era a regresar a los gobiernos municipales del Estado de México bajo la proyección de que el PRI los podría albergar en esas posiciones, si ganaba, pero no sucedió así, no ganó el PRI y, por el contrario, los reductos son ínfimos para esa clase trabajadora, por lo que habrá un serio problema de espacios donde seguir adelante con lo único que saben hacer: vivir de las nóminas gubernamentales.

El Gobierno del Estado de México, como estructura gubernamental de mayor tamaño, esa sí dominada por el Partido Revolucionario Institucional, es el objetivo de muchos de esos que quedarán desempleados a partir del 1 de diciembre, pero ahí no hay ni muchos espacios para reabsorberlos ni muchas ganas de que eso ocurra.

Es un hecho que la estructura gubernamental que encabeza Alfredo del Mazo Maza ya está conformada, y si bien se prevén algunos movimientos en los próximos días, también derivados de los resultados electorales, es muy poco probable que quieran dar cabida al equipo de peñistas que volverán a Toluca en busca de espacios.

Esto puede convertirse en un problema para la actual administración estatal, porque si se intenta recibir todo ese cascajo, seguramente se inflarán las nóminas, lo que seguramente no será muy bien visto por la próxima Legislatura local, la cual, por cierto, también estará dominada por diputados del Movimiento de Regeneración Nacional, quienes todavía no toman posesión del cargo pero ya amenazan con revisar hasta las uñas a la administración estatal.

Así es que todo ese personal del séquito presidencial tendrá que ir viendo si de una vez por todas se decide a ser verdaderamente productivo y se dedican a algo más que cargar portafolios de los grandes políticos y a decir que sí a todo lo que se les ocurre a sus patrones. Creo que esa época ya se les acabó y tendrán que demostrar de una vez por todas que sí sirven de algo más.

 

La última y nos vamos…

 

En el orgasmo electoral que ha vivido el país en los últimos meses nos hemos olvidado de cosas verdaderamente importantes que bien merecerían la pena ya mayor atención no solamente de los medios de comunicación, sino de las propias autoridades.

Uno de esos asuntos es la evidente crisis económica que vive actualmente el sistema de salud del Estado de México, donde por más esfuerzos que se hacen no se logra revertir la pesada herencia financiera que dejaron a la actual administración algunos personajes, sobre todo el señor César Nomar Gómez Monge.

El titular de Salud del Estado de México, Gabriel O´Shea Cuevas ha hecho hasta lo imposible por sacar al buey de la barranca en la que le dejaron sumido al sector salud, pero la apuesta resultó prácticamente imposible, porque la secretaría a su cargo tiene más deudas que un obrero cuya esposa acaba de dar a luz.

La secretaría de Salud le debe a los proveedores más importantes que tiene, sobre todo a los que surten medicamentos e insumos hospitalarios, a quienes se les han hecho pagos parciales pero que no alivian en nada la situación, ni para la institución ni para las empresas inmiscuidas en ese endeudamiento.

Pero se le debe también a cientos de proveedores de cualquier cosa, desde mobiliario y equipo de hospitales, papelería, insumos de oficina, ropa de cama, ropa médica, oxígeno, fármacos para anestesiar pacientes, hasta las compañías que fueron subcontratadas por César Nomar Gómez Monge para hacer limpieza en las oficinas y en las clínicas y hospitales del sector salud cuando tuvo la “brillante” idea de dejar sin empleo a cientos de señoras y señores que a eso se dedicaban y pertenecían a la nómina estatal.

La situación está que arde en muchos hospitales, lo cierto es que éstos no están funcionando como se requiere, e insisto que se hacen esfuerzos sobrenaturales para curar las deudas heredadas por el próximo senador de la República y ex gobernador ecatepense Eruviel Ávila Villegas.

El remedio ya nadie sabe cuál será, no se sabe con puntualidad si cerrar las clínicas gubernamentales sea la mejor alternativa y dejar en manos del sector privado el derecho a la salud que tienen todos los mexicanos, al menos según la Constitución; seguir invirtiendo en el pago de las deudas heredadas es tanto como echar dinero a la coladera, pero también debe considerarse que es una obligación de la autoridad legalmente constituida mantener esos centros de atención hospitalaria para quien carece de cualquier opción oficial como el Seguro Social o el Issemym.

Sin embargo, también es cruel condenar a la población más necesitada a seguir acudiendo a esos hospitales y clínicas donde en términos reales no le resuelven nada a quien va enfermo, y no por falta de voluntad de quienes ahí atienden, porque la mayoría de médicos y enfermeras son verdaderos profesionales con un alto sentido humano que hacen todo lo humanamente posible por seguir brindando servicio, pero si no tienen con qué hacerlo, es tanto o más que imposible que cumplan con su función pública.

Hay quienes creemos que bien podría comenzarse con llamar a cuentas a los verdaderos responsables de la triste situación que hoy viven las clínicas y hospitales mexiquenses, y aunque es cierto que meter a la cárcel a quienes prácticamente vaciaron las cuentas de la Secretaría de Salud, quizá sería un primer paso para devolver la legalidad a ese sector y entonces sí comenzar de cero bajo un esquema financiero distinto.

Es hora de tomar decisiones en ese sentido, antes de que llegue el 1 de diciembre y la próxima autoridad federal sí cumpla la promesa de combatir la corrupción pasada y presente, y se comience a enterar que millones de pesos de recursos federales nunca se aplicaron en lo que debía ser en el sector salud del Estado de México. ¿O no?

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