Los gobernadores de Michoacán, Tabasco y Morelos, surgidos del PRD, formaron un grupo para demandar “piso parejo” en la renovación de la dirigencia nacional de su partido, pactada para agosto del próximo año, como un primer paso para definir una política de alianzas y al candidato presidencial.
Aunque inicialmente la convocatoria incluía al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, los gobernadores afirmaron que se trató de un error y que no se le convocó porque no es militante del PRD.
Plantearon que debe ser el Instituto Nacional Electoral (INE) el que conduzca el proceso interno y señalaron que se trata de fortalecer al PRD, con objeto de que las diferencias se diriman con respeto y garantizar que la decisión de las candidaturas del partido “nos distingan de quienes deciden a partir de una posición unívoca y un pensamiento único».
Los gobernadores también se pronunciaron por construir una posición ante la amenaza real a los derechos humanos de los migrantes y a las relaciones entre los Estados y su coexistencia pacífica “que representan el discurso del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump”.